María SUÁREZ

May o Corbyn: Gran Bretaña elige su futuro

Con las encuestas anticipando emoción electoral, la ciudadanía británica decide si hace o no realidad las intenciones de Theresa May de superar en cien diputados al Partido Laborista, en unas elecciones marcadas por los dos atentados en plena campaña.

Desde las siete de esta mañana, hora local, ingleses, escoceses, galeses y norirlandeses participan en una de las citas electorales más importantes de los últimos tiempos en el territorio. Con la seguridad reforzada por los recientes atentados, los colegios electorales albergarán la voz de la ciudadanía, que ha sido testigo de la campaña más enrarecida de los últimos tiempos, suspendida en dos ocasiones por los ataques de Manchester y de Londres, que han dejado un total de treinta víctimas mortales.

Durante todo el día de ayer, los candidatos apuraron las últimas horas viajando de un lado del territorio a otro para reclamar el voto en varios lugares clave. La visita de Jeremy Corbyn a Runcore, en el distrito electoral de Weaver Vale, estuvo cargada de simbolismo, debido a que tradicionalmente actúa como un «Ohio británico», es decir, el color ganador en este distrito coincide con el partido del nuevo habitante de Downing Street (con una única excepción en 1997). En estas elecciones, los laboristas esperan arrebatar el escaño conservador que en 2015 obtuvo la mayoría por solo unos cientos de votos. La visita del líder laborista a este territorio es un ejemplo de que las esperanzas del que ahora es el principal partido de la oposición han ido creciendo a medida que avanzaba la campaña. «Estoy muy orgulloso de la campaña que hemos realizado y del mensaje positivo que hemos comunicado. Para mí, es una elección entre optimismo y recortes, entre la esperanza y el miedo», aseguraba Jeremy Corbyn entre los aplausos de los asistentes.

La primera ministra, Theresa May, también apuró al máximo las últimas horas de campaña, en viajes exprés a Londres, Southampton o Norwich, entre otros lugares. Precisamente desde este último distrito electoral, la líder conservadora advertía de los peligros que para ella suponen la pérdida de la mayoría absoluta en el Parlamento de Westminster. «Si perdemos seis escaños, perdemos la mayoría absoluta –recordaba May antes de poner una extraña mueca de disgusto, entre las risas de los presentes, al alertar sobre la posibilidad de que Jeremy Corbyn sea el nuevo inquilino de Downing Street–. Eso significaría la coalición del caos, entre los laboristas, los liberal demócratas y el Partido Nacional Escocés».

Cambio en los sondeos

Llegados a este punto, cabe destacar la evolución de las encuestas desde que la primera ministra convocara estas elecciones anticipadas el pasado 18 de abril, bajo la necesidad de acudir a Bruselas a negociar el Brexit con una imagen reforzada y el apoyo mayoritario del Parlamento. Con el convencimiento de que las elecciones iban a ser un simple trámite para lograrlo, Theresa May sacaba pecho ante la diferencia de hasta 20 puntos que los sondeos le otorgaban frente al Partido Laborista.

¿Qué ha ocurrido para que las encuestas hayan evolucionado hasta estrecharse a una diferencia de un solo dígito? Por un lado, cuando el Partido Conservador presentó su programa, su propuesta del bautizado como «impuesto sobre la demencia», según el cual los pensionistas que tuvieran un patrimonio de más de cien mil libras (vivienda incluida) se pagarían sus propios cuidados, fue acogida con recelo por la ciudadanía (en especial por los jubilados, gran parte del electorado conservador). Tanto es así, que los conservadores tuvieron que añadir sobre la marcha la intención de poner un tope máximo a la hora de pagar esos cuidados socio-sanitarios. La primera ministra se vio obligada a salir a tratar de tranquilizar con un «¡nada ha cambiado! ¡nada ha cambiado!», al ver que el Partido Laborista estaba beneficiándose de la impopular propuesta, mientras anunciaba a su vez medidas radicales de renacionalización del servicio de ferrocarriles, correos y algunos sectores de energía, que eran acogidas de manera positiva por gran parte de la ciudadanía.

Otro de los asuntos más destacados fue la ausencia de Theresa May del debate entre los siete candidatos que la BBC televisión hace varios días. Sin embargo, en aquel debate quien ganó puntos fue la actual ministra de Interior, Amber Rudd, quien supo defender la ausencia de la líder conservadora.

Policía y derechos humanos

Por último, los atentados de Manchester y de Londres han supuesto días difíciles también políticamente hablando para la primera ministra, a la que se la ha puesto en el foco debido a los recortes en la Policía que efectuó en sus siete años como ministra de Interior en el Gobierno de David Cameron. El Partido Laborista denuncia un recorte de 20.000 agentes y promete poner de nuevo en primera línea a 10.000 efectivos en caso de llegar a Downing Street. A ello hay que añadir los presuntos fallos en el MI5, el servicio de Inteligencia de Reino Unido, que conocía de una manera u otra a los autores de los dos atentados que han sacudido la campaña. Con la presión sobre su Ejecutivo, a última hora May dio un nuevo bandazo en su discurso asegurando que «si las leyes de los derechos humanos molestan a la hora de perseguir al terrorismo, se cambiarán».

Los analistas intentan ahora concluir hasta qué punto estos últimos acontecimientos serán determinantes a la hora de elegir el candidato que marcar en la votación. Las encuestas pronostican una ventaja de siete puntos de media entre conservadores y laboristas, aunque encontramos sondeos que hablan de una brecha de diez puntos y otros de tan solo un punto. Al parecer, la masa indecisa tendría que ver con ese desequilibrio entre unas encuestas y otras.

Otra de las cuestiones clave es qué se debe esperar de partidos como el Liberal Demócratas o el Partido Nacional Escocés. El primero ha hecho de su oposición al Brexit su bandera en una campaña en la que finalmente la negociación con Europa no ha tenido un peso tan relevante. Y la formación de Nicola Sturgeon podría perder algún escaño en favor de los Conservadores, según auguran los sondeos.

Territorios clave

Los escaños que los conservadores quieren ganar se localizan sobre todo en el norte de Inglaterra, como Chester, Darlington o Ilford North, entre otros. Por su parte, el Partido Laborista apunta hacia el centro y el sur de la isla, incluyendo territorios de Gales como Gower o Cardiff North.

Los liberal-demócratas podrían obtener Cambridge, un territorio ahora laborista pero que votó ampliamente por la permanencia en la Unión Europea, o Twickenham, donde se presenta sir Vince Cable, exmiembro del Gobierno de coalición entre conservadores y liberal demócratas. Sinn Fein podría ganar Fermanagh y South Tyrone (aunque rechazan ser representados en el Parlamento de Westminster) y el Partido Nacional Escocés intentará mantener, con pocas garantías, los 56 escaños que obtuvo en las elecciones de 2015.

La posibilidad de que se produzca lo que en la política británica se conoce como hung parliament (Parlamento sin mayoría absoluta) es real. Bastaría con que los conservadores superaran en solo tres puntos a los laboristas. En ese caso, la posibilidad de lo que la primera ministra bautiza como «la coalición del caos» entre laboristas, liberal demócratas y Partido Nacional Escocés sería un asunto difícilmente probable, pero a tener en cuenta.

Lo que sí parece difícil, aunque no imposible, es que Theresa May cumpla el objetivo con el que convocó estas elecciones hace mes y medio: sacar cien escaños de diferencia a la principal fuerza de la oposición.

 

Corbyn no ve la necesidad de otro referéndum en Escocia

El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, dijo ayer que no ve la necesidad de convocar un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia, como quiere la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon.

Corbyn hizo esta afirmación a los medios en la ciudad escocesa de Glasgow, donde empezó la última jornada de su campaña para las elecciones generales. «La prioridad es la elección de un Gobierno laborista. No veo la urgencia o la necesidad de un referéndum de independencia», afirmó el político en referencia a la intención de la ministra principal escocesa de convocar otro plebiscito hacia 2019, cuando se conocerán los términos de la salida británica de la UE.

«Lo que importa es una economía que funcione para todos, que dé protección a los pensionistas, que invierta en nuestra gente joven y negocie un acuerdo del Brexit que garantice un acceso libre de tarifas en la UE y los derechos de los comunitarios que viven en todas partes del Reino Unido», sostuvo Corbyn.GARA

 

Scotland Yard eleva a ocho los fallecidos en el ataque en el Puente de Londres y Borough Market

Las víctimas del ataque de Londres se han elevado a ocho, después de que la unidad marítima de la Policía Metropolitana de la ciudad rescatara del río Támesis el cuerpo de quien a todas luces es Xavier Thomas, el ciudadano francés que permanecía desaparecido desde la noche del ataque. Al parecer, se encontraba paseando por el puente de Londres con su novia cuando la furgoneta que conducían los atacantes le arrolló y se precipitó al río. La autopsia esclarecerá las causas de su muerte, si fueron las lesiones provocadas por el impacto del vehículo o si se ahogó al quedar inconsciente tras caer al Támesis. La Policía Metropolitana había emitido un comunicado pidiendo la colaboración ciudadana para encontrar a este chef, cuya novia se encuentra herida grave. Asimismo, se ha confirmado que el gallego Ignacio Echeverría también forma parte de las víctimas mortales. Fue la hermana del fallecido quien confirmó primero la noticia en Facebook al asegurar que «intentó parar a unos terroristas y perdió su vida intentando salvar a otros». Posteriormente el Gobierno español hizo pública la identificación de Echeverría como la octava víctima mortal.M.SUÁREZ