La clave se esconde en un pequeño párrafo de la página 7 del último informe de Comptos sobra la planta de biogás de Ultzama. Dice textualmente: «En marzo de 2012, Bioenergía Ultzama obtuvo del Ministerio de Economía y Competitividad un préstamo sin interés de 573.265 euros, para financiar un proyecto de investigación relacionado con el biogás. El ministerio instó su reintegro por falta de justificación del gasto, sin obtenerlo».

En concreto, el proyecto pretendía desarrollar «una solución de purificación de biogás basada en nanopartículas». En realidad, todo ese dinero no fue a Bioenergía Ultzama. Según ha contrastado este periódico, casi la mitad de ese crédito (286.244 euros) tenía como destino la empresa Proyectos Tecnológicos de Navarra. El administrador único de esta empresa es Francisco Tornaría, exalcalde de Ultzama y todavía concejal del valle. Tornaría sustituyo a Patxi Pérez en la Alcaldía a través de la agrupación municipal afín a UPN antes de que Pérez fuera ascendido por Javier Esparza como segundo del Departamento de Desarrollo Rural. Por otro lado, Tornaría también pasaría a ocupar un puesto clave en la principal empresa pública dependiente de Desarrollo Rural: Nilsa. Entre 2012 y finales de 2014, Tornaría y Pérez Arregui son consejeros de Nilsa y Esparza figura como presidente.

Tornaría, en calidad de exalcalde, fue una de las personas que presentan alegaciones al informe de Comptos sobre el que ahora trabaja ya Fiscalía. Lo curioso es que, en sus alegaciones, menciona de soslayo este crédito. Lo hace en una única frase: «(...) el préstamo del Ministerio es un préstamo a un proyecto I+D+i que desconozco si se ha ejecutado o no». Resulta difícil de creer que Tornaría no sepa si el proyecto de nanopartículas se ha realizado, ya que era su empresa quien debía ejecutarlo.

Doble papel del exalcalde

En todo momento, Tornaría ha jugado más de un papel en lo relacionado con la planta de biogás en la que se han invertido más de tres millones de euros públicos y que los últimos informes de técnicos que la han visitado califican poco menos que como un montón de chatarra (el último de ellos calcula que haría falta, por lo menos, un millón de euros para volverla a poner en funcionamiento).

En su informe, Comptos censura que concejales del Ayuntamiento impulsaran un proyecto teniendo interés en él. Tornaría es el ejemplo más claro de esto. Siendo edil de Ultzama en 2008, figura como consejero de Bioenergía Ultzama y al poco se convierte ya en vicesecretario. En 2010, este ingeniero aparece como secretario de Bioenergía y miembro de la comisión ejecutiva. Durante ese tiempo, se pone en marcha la trama de facturación cruzada en la que, según Comptos, participarían Bioenergía, el Ayuntamiento y la empresa que aportó la tecnología, Levenger. Esta facturación cruzada (se pasaron dos facturas por un mismo trabajo para acceder a dos subvenciones) fue negada rotundamente en las alegaciones de Tornaría.

La comisión de investigación no podrá entrar en el detalle del crédito del Ministerio del que se benefició Tornaría, ya que su ámbito de actuación abarca solo las ayudas públicas de Nafarroa. La Fiscalía, que ya trabaja en el caso, sí que podría intervenir.