En su escrito, Iñigo Urkullu destaca que el cambio en la política penitenciaria requiere crear un contexto «favorable», según indica Europa Press citando fuentes del Gobierno autonómico. «Sorprende que en su carta no se haga mención alguna a este aspecto. Sorprende más aún que usted y el entorno político de las personas presas como usted, sigan sin realizar una lectura crítica sobre las vulneraciones de derechos humanos producidas por ETA, a pesar de saber la influencia directa que este hecho tendría para la modificación de la política penitenciaria», asevera.

Urkullu ha añadido que «no es de recibo plantear exigencias y denuncias dirigidas a todos los demás, y no dar los pasos que son de responsabilidad propia», por lo que muestra su deseo de que el proceso de debate que están llevando a cabo los represaliados «ofrezca pronto la noticia de avances cualitativos en este sentido».

«El Gobierno vasco, por su parte, sigue y va a seguir actuando en la línea de lo expuesto en los documentos Hitzeman y Zuzen Bidean», ha explicado el lehendakari, quien se compromete a informar «de cualquier novedad o avance que pudiera producirse, en este caso mediante la Secretaría General de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación».

La réplica de Urkullu se da a conocer dos días después de la del presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien declaró que su partido tiene un «compromiso claro» para «acabar con el alejamiento» aunque también reclamó a los presos «un análisis autocrítico sobre las negativas consecuencias que la violencia ha traído a nuestro país y del injusto daño causado a tantas y tantas víctimas».