NAIZ
DONOSTIA

El padre negó a una siquiatra que intentara matarse tras la muerte de Julen S.

Una siquiatra que atendió al acusado de matar a su hijo de una cuchillada en San Sebastián en 2011 ha revelado hoy que este hombre le negó que hubiera tenido «intencionalidad» de suicidarse cuando, tras comprobar que el niño no vivía, se autolesionó en varias partes de su cuerpo.

Imagen del juicio sobre la muerte de Julen S., en Donostia. (Jon URBE/ARGAZKI PRESS)
Imagen del juicio sobre la muerte de Julen S., en Donostia. (Jon URBE/ARGAZKI PRESS)

En su declaración ante el tribunal del jurado que se encarga de enjuiciar este caso en la Audiencia de Gipuzkoa, el acusado sugirió, el pasado día 6, que la muerte de su hijo, Julen S.L., de 13 años, fue accidental y que tras lo sucedido entró en un estado de shock, en el que se hizo varios cortes en distintas partes porque quiso morirse con él. Posteriormente, se dirigió hacia unas rocas del monte Igeldo con intención de tirarse al mar, si bien no llegó a hacerlo.

En la novena sesión de este juicio celebrada hoy ha declarado la siquiatra que examinó al encausado después de que se entregara a la Ertzaintza tras siete días en paradero desconocido. Esta mujer ha recordado que durante la larga exploración que le realizó le preguntó expresamente si con las heridas que se autoinfligió pretendía matarse, una posibilidad que el imputado rechazó expresamente.

Esta profesional llegó a la conclusión de que el hombre se encontraba en una situación «complicada de ansiedad y preocupación, si bien descartó que sufriera enfermedad mental alguna, que precisara «tratamiento psiquiátrico urgente» o un ingreso en un centro de estas características, por lo que el hombre fue reintegrado a la comisaría de la Ertzaintza.

La facultativa ha comentado también que, a lo largo de la entrevista que le realizó, lo encontró «atento y orientado», mientras articulaba un discurso hilado, sin saltos en el relato, además de «lógico, coherente y centrado» sin objetivar una «pérdida de contacto con la realidad» ni fallos de memoria o alucinaciones, por lo que no llegó a constatar psicosis alguna.

Ha destacado, no obstante, la forma en la que el inculpado le refirió la muerte de su hijo, que le llamó la atención porque ofreció «pocos detalles». Comentó que se trató de un accidente que calificó de «desgracia», pero daba «más importancia al problema que tenía con su mujer», de la que se estaba divorciando, que al fallecimiento del niño, ha referido la médico.

Esta circunstancia le extrañó especialmente porque, según ha comentado, sólo dos días después del fallecimiento del pequeño, debería corresponderse con un momento de duelo «muy fuerte».

La siquiatra ha admitido que el procesado «verbalizaba una situación de tristeza» por este hecho, pero «no se acompañaba por su lenguaje no verbal», cuando en situaciones similares otras personas se muestran abatidas, desesperanzadas y relatan que no quieren seguir adelante.

Compañeros y amigos

En otro momento del juicio han declarado dos compañeros y amigos de Julen, quienes lo han descrito como un joven muy amable, risueño y alegre «en general», sin que llegaran a detectar cambios en su comportamiento tras el anuncio de divorcio de sus padres.

Uno de ellos ha recordado además que tenían planes para ese mismo fin de semana, ya que estaban organizando una cena a través de una red social.

Por su parte, el director del instituto en el que estudiaba ha explicado que desde el centro se alertó a los servicios sociales y se intensificó la vigilancia sobre Julen después de que la madre les refiriera un episodio en el que, en el contexto del divorcio, el padre se había autolesionado en presencia del menor y una de sus hermanas, lo que llevó al padre a permanecer unos días ingresado en un psiquiátrico.

Este docente ha aclarado, no obstante, que a pesar de «extremar» la vigilancia sobre el menor no constataron nada «reseñable» en su comportamiento, algo que ha sido corroborado por su tutor, quien también ha testificado en la vista, y lo ha definido como un niño «"alegre y siempre dispuesto a la broma».

En esta misma sesión del juicio han declarado la mujer en cuya casa trabajaba como empleada del hogar la madre del acusado y abuela del menor y un ertzaina que participó en la investigación.

El juicio continuará mañana con la declaración de varios testigos peritos que recogieron distintas huellas y muestras de ADN de la vivienda en la que ocurrieron los hechos.