Afalta de sorpresas de última hora –que no se esperan pero que nunca hay que descartar–, el Parlamento navarro dará un nuevo paso para acabar con una conculcación de derechos. Sí, es un pequeño paso y todavía queda mucho por hacer. Pero es un paso.
Los partidos del cambio darán hoy el visto bueno a una modificación de la Ley del Vascuence que permitirá a una cuarentena de localidades pasar de la llamada «zona no vascófona» a la «mixta». De este modo, los vecinos de Tafalla, Zangoza, Erriberri y un casi largo etcétera verán reconocidos derechos como poder dirigirse en euskara a la Administración. O tendrán más fácil poder estudiar en euskara.
Sí, la zonificación es el gran problema, divide los derechos de la ciudadanía en función de su lugar de residencia. El objetivo de cualquier euskaltzale es quitar esta traba a la normalización. Pero ahora se ha podido avanzar hasta aquí y seguro que miles de vecinos de esta cuarentena de localidades agradecerán este cambio en sus vidas cotidianas. Sí, aunque la «zona mixta» no garantice todos sus derechos. Pero es un avance. Y responde a la voluntad popular expresada en los ayuntamientos.
Es un cambio. Puede ser pequeño. «44 grietas en el muro de la Ley del Vascuence», lo ha calificado Sortzen. Pero es un cambio. Y es importante si tenemos en cuenta que en este tiempo UPN ha mostrado en la Cendea de Zizur cuál es su alternativa: restringir aún más los derechos lingüísticos de la ciudadanía. Frente a ello, todo lo que se avance es bueno. Aunque sea poco, que siempre lo es.