El concejal de Educación del consistorio, Koldo Narbaiza, ha indicado en su comparecencia en xomisión a petición de EH Bildu y Udalberri, que una vez que se haya realizado el informe, el Ayuntamiento «buscará soluciones» y definirá las actuaciones «más convenientes» desde un punto de vista «técnico y económico».

Narbaiza ha afirmado que una vez el área de Educación disponga del informe de Tecnalia, se valorará cómo se financian las inversiones que haya que acometer, ya que su departamento dispone de un millón y medio anual para mantenimiento. Asimismo ha indicado que se hablará con el Gobierno de Gasteiz para delimitar a quién competen dichas reformas.

El concejal de Educación ha reconocido que las medidas adoptadas hasta ahora en algunos centros, como en la Indautxuko Eskola de colocar vinilos y cortinas para filtrar la luz solar no han sido «suficientes», y no se ha dado todavía con «la tecla» porque no evitan el calentamiento de los cristales.

El Ayuntamiento va a aprovechar las vacaciones para llevar a cabo las mediciones aunque ha reconocido que dos meses es un plazo «corto» y cree que «no será posible» en setiembre tener ya una solución «al 100%». En la actualidad, Bilbo cuenta con 35 centros públicos con 75 edificios a modo de instalaciones.

«Problema grave»

La concejal de EH Bildu Alba Fatuarte, ha afirmado durante su intervención, que el encargo de dicho informe prueba que «hay un problema grave» con el calor en la aulas y que se tenía que intervenir. En su opinión, había un «incumplimiento» de la normativa sobre las disposiciones mínimas sobre condiciones y salud en los centros de trabajo, que requiere que la temperatura del lugar esté siempre entre 17 y 27 grados. Esas medidas «se han excedido» en varios centros, «no de forma puntual y una vez que se superan, existe riesgo de estrés térmico».

La concejal de Udalberri Amaia Arenal, ha señalado que lo ocurrido durante la pasada ola de calor no es algo «puntual» sino un caso más de las «continuadas deficiencias que se dan en los centros públicos de esta ciudad». En su opinión, no solventar ese problema supone «un peligro para la salud de alumnos y trabajadores», hay que «tomar medidas» y «abordar la cuestión con compromisos presupuestarios».