La Comisión Internacional de Verificación (CIV) ha anunciado en un comunicado que pone punto final a su actividad, que comenzó en setiembre de 2011 con el fin de verificar «el fin de la violencia de ETA». Entonces, trabajando con las instituciones y sociedad civil vasca, la CIV verificó que ETA «había cumplido su compromiso de cesar todas sus acciones violentas».
En estos años, según recuerda, la CIV confirmó (enero de 2014) que ETA había puesto fuera de uso operativo una cantidad específica de armas, municiones y explosivos, lo que a su juicio supuso «un pequeño pero importante primer paso hacia el desarme» de la organización.
El pasado 8 de abril, integrantes de este organismo recibieron de representantes de la sociedad civil de Ipar Euskal Herria la información relativa a la localización de las armas, municiones y explosivos de ETA, lo que fue puesto en manos de las autoridades francesas, que se encargaron de recoger el arsenal bajo la supervisión de decenas de artesanos de la paz.
La CIV recuerda que ese mismo día el entonces ministro de Interior francés, Matthias Fekl, dijo que la entrega de armas representaba un «gran paso» hacia la paz y la seguridad en Europa, mientras que el ehendakari Iñigo Urkullu afirmó que se trataba de un «paso fundamental en el proceso de final ordenado de la violencia».
A la luz de esos acontecimientos, la Comisión concluye que «ETA ha cumplido su compromiso de desarmarse», por lo que da por completado su trabajo y da por terminada su actividad.
Agradecimientos
En su comunicado de despedida, expresa su agradecimiento a «todos los actores políticos y sociales que han permitido que desempeñara sus labores con éxito» desde 2011. La CIV cita al Gobierno de Lakua, PNV, EH Bildu, PSE, UGT, CCOO, ELA, LAB, Confebask y representantes de la Iglesia católica vasca, a quienes agradece su apoyo y reconoce «la confianza que depositaron en la CIV cuando esta se embarcaba en una difícil y exigente tarea sin garantías de éxito».
Junto a ello, agradece al Ejecutivo de Lakua, a los parlamentos de Gasteiz y Nafarroa y a la Mancomunidad Vasca «por avalar oficialmente el papel de la Comisión en el proceso de desarme». En particular, muestra su agradecimiento a Urkullu, «cuya confianza y colaboración ha sido clave para la CIV desde 2011»; también valora «los esfuerzos» del presidente de la Mancomunidad Vasca y alcalde de Baiona, Jean-René Etchegaray, y de la lehendakari Uxue Barkos, «en la fase final del proceso de desarme».
Finalmente, agradece al exconsejero de Interior de Lakua Rodolfo Ares su «respaldo y consejo»; al dirigente de Sortu Rufi Etxeberria «su apoyo y esfuerzos», y muestra su «profundo aprecio» a Paul Ríos y a Lokarri por la ayuda prestada durante este tiempo.
Para terminar, la CIV se muestra agradecida «por la oportunidad de haber contribuido a este paso histórico para el futuro de la sociedad vasca», y «espera y confía en que todos los actores políticos y sociales relevantes continuarán trabajando juntos para consolidar las aspiraciones de paz y convivencia de la sociedad vasca».