Así lo ha manifestado durante el homenaje que el Partido Popular ha tributado en solitario en Ermua a su edil Miguel Ángel Blanco, cuando se cumple el 20 aniversario de su secuestro y ejecución por parte de ETA.

Alonso ha apuntado que ETA mantiene su proyecto de «aniquilar cualquier vestigio de España en Euskadi» y «condicionar» la libertad de la ciudadanía. «Es urgente borrar el odio que aún queda en el País Vasco, abrir a la libertad los espacios cerrados para la convivencia y permitir que cada uno pueda expresar en la calle lo que siente o cómo siente su identidad».

En un homenaje al que han asistido la madre y hermana del concejal fallecido, Consuelo y Mari Mar, así como los principales dirigentes territoriales del PP, Alonso ha afirmado que «ETA ya no mata ni va a volver a matar» y ha dicho que, «seguramente, se disolverá», porque ha sido «derrotada por el Estado de Derecho».

«ETA tiene que saber que fue derrotada también por los vascos y, cuando escribamos el relato, tenemos que decir al conjunto de los vascos que vencimos a ETA y ése es el relato de dignidad que necesitan conocer nuestros hijos», ha proclamado antes de subrayar que «no es aceptable que se baje la exigencia moral a EH Bildu, a Sortu o a todo lo que queda vigente aún de lo que fue el brazo político de ETA».

«Vencedores y vencidos»

Mari Mar Blanco ha llamado a la «unidad» de los partidos para lograr la «disolución incondicional de ETA» y «ganar el relato basado en la memoria, en la dignidad y la justicia. Ellos, que saben que han sido derrotados por Estado de Derecho, quieren ganar un relato de conflicto, de bandos enfrentados, como si las víctimas hubieran estado en un bando y hubieran también asesinado».

En su lugar, ha defendido que el relato sea «de vencedores y vencidos» porque existe «el riesgo» de que las futuras generaciones puedan dejarse influir por «ese manto de la mentira, de la equidistancia, del olvido».