Los morlacos gaditanos han realizado un encierro diferente de los que se venían presenciando en Iruñea en estas fiestas. Por un lado, han alargado el tiempo de la carrera hasta los 2,39 minutos y, además, han dejado al menos dos cornadas.
La torada ha iniciado la carrera en Santo Domingo con los mansos abriendo en grupo, aunque el toro castaño, de nombre Galiano, se ha adelantado al resto y ha ido cogiendo velocidad, bien seguido por sus hermanos.
Galiano iban avanzando por la parte derecha de la cuesta lanzando algunos derrotes, aunque el que al final ha alcanzado a uno de los mozos ha sido su hermano colorado, Fundador, que se ha cobrado la primera cornada de la jornada.
Tras el incidente, la manada ha seguido subiendo la cuesta a buen ritmo, con Fundador abriendo el grupo en compañía de un manso, pero posteriormente uno de los negros ha ido ganando posiciones hasta colocarse en primera posición ya en Mercaderes.
Una vez tomada sin problemas la curva de Estafeta, el astado negro ha seguido marcando un fuerte ritmo al grupo, seguido de cerca por el castaño, el colorado y el resto de los Núñez del Cuvillo. Galiano se ha aproximado por la izquierda al negro y ha seguido fijándose en los mozos que tenía alrededor y ha ido a por varios de ellos. En ese momento se habría producido la segunda cornada del día en Espoz y Mina.
En el tramo final de Estafeta se han agrupado los toros, que se habían ido distanciando de los mansos. Un grupo de cinco toros, seguido del último astado, se ha adentrado por Telefónica y después ha enfilado la cuesta del callejón.
A continuación han entrado en la plaza, se han abierto hacia la derecha y entonces se ha registrado la anécdota del día. Los seis toros se han ido acercando poco a poco hacia la puerta de los corrales y se han parado ante la entrada. Indecisos, miraban en varias direcciones, hasta que han pasado por delante de ella y han avanzado hacia los mozos.
Parecía que la mañana se podía complicar, pero entonces han hecho acto de presencia los mansos, que han conseguido enfilarlos hacia los corrales. Esa ‘paradiña’ ha provocado que el encierro se alargara, ya que los Núñez del Cuvillo ya se encontraban en el coso con el crono marcando 2,15 minutos, pero el encierro ha terminado con 2,39 minutos.