Osasuna había solicitado a los clubes que se habían interesado por el extremo las siguientes condiciones: 6.500.000 euros fijos, 1.000.000 euros en variables y 1.500.000 euros como compensación a un hipotético traspaso futuro al Athletic Club.  

Esta cláusula se enmarca en la ruptura de relaciones entre ambos clubes vascos, después de que el Athletic abonara la cláusula del canterano rojillo Jesús Areso. Osasuna se mostró «dolido» con esta operación y la definió como «una clara muestra de fuerza» rojiblanca tras no conseguir el traspaso de Berenguer en las cantidades que ofreció. Se habló de 4 millones fijos más otro variable.

La operación con el Torino ha sido desbloqueada después de que el jugador haya renunciado al 15% del traspaso que le correspondía, lo cual «deja en las arcas rojillas un ingreso muy cercano al pretendido».

Osasuna ha agradecido la actitud del jugador «durante las negociaciones, a través de las cuales ha buscado lo mejor para su futuro pero con la sensibilidad de esperar a que el club recibiese la oferta más óptima para sus intereses».