Maite UBIRIA BEAUMONT
BAIONA

Irastorza, en Baiona tras otorgarle un juez galo la libertad bajo condiciones

El preso Mikel Irastorza fue recibido por familiares y amigos nada más llegar en tren a Baiona, donde vivirá y trabajará tras concederle el juez la libertad bajo condiciones. Detenido en noviembre de 2016 y presentado por Madrid como dirigente del «aparato logístico militar» de ETA, la justicia gala le ha procesado exclusivamente por integración.

El preso de Intxaurrondo Mikel Irastorza abandonó a última hora de la noche del lunes la cárcel parisina de Fléury-Mérogis en la que fue recluido el 9 de noviembre de 2016 tras su detención, cinco días antes, en Azkaine.

Presentado por medios policiales españoles como máximo responsable del «aparato logístico-militar», un juez acordó en julio su puesta en libertad, aludiendo al nuevo contexto creado por el desarme de ETA.

La decisión quedó en suspenso por un recurso, pero se ha hecho finalmente efectiva después de que fuera validada, días atrás, en instancia de apelación.

Tras disfrutar de la primera noche en libertad, Mikel Irastorza llegó a primera hora de la tarde de ayer a la estación de tren de la capital labortana, donde le esperaba un nutrido grupo de familiares y amigos.

Un aurresku y sendos bertsos, a cargo de su hermana Nagore y del bertsolari y portavoz de Aitzina, Aitor Servier, sirvieron para saludar al ya expreso, pero también para recordar a los ciudadanos y ciudadanas de Euskal Herria que siguen todavía en las cárceles a la espera de recobrar la libertad.

El propio Irastorza, que tuvo un emocionado recuerdo para el preso Kepa del Hoyo y para sus familiares, llamó a las personas que acudieron a recibirle a seguir movilizadas «porque es urgente traer a todos los presos, libres y vivos, a casa».

En declaraciones a GARA, el donostiarra confesaba que recibió «con cierta sorpresa y muchos nervios» la decisión de su puesta en libertad, tras lo que mostraba su satisfacción por las dinámicas que la sociedad vasca ha puesto en marcha en las últimas fechas –marcha Kalera Kalera, ayuno de jóvenes de Ipar Euskal Herria– para colocar la situación de los prisioneros en la centralidad de la agenda social y política.

Periplo judicial

Irastorza, que ha permanecido encarcelado los últimos nueve meses en la prisión de Fléury-Mérogis, fue arrestado el 5 de noviembre en la localidad de Azkaine. Junto a él fue detenida la pareja a la que pertenece la casa en que se produjo el arresto. Los vecinos de Azkaine fueron puestos en libertad bajo control judicial, mientras que el juez envió a prisión a Irastorza.

El prisionero de Intxaurrondo regresa a Euskal Herria después de que la Corte de Apelación acordara hacer afectiva la decisión de libertad decidida con anterioridad por el denominado juez de aplicación de penas y libertades, pero que fue paralizada por otro magistrado a instancias de la Fiscalía.

 

Trabajo y domicilio

Según confirmó la abogada Xantiana Cachenaut a GARA, la instancia judicial de apelación que ha levantado la suspensión a la puesta en libertad ha decretado una serie de condiciones.

De este modo, y tras aportar la defensa garantías de domicilio y trabajo, Irastorza deberá portar un brazalete electrónico y cumplir determinadas restricciones de horarios. Esas medidas de control se aplicarían, en principio, hasta la celebración del juicio, en una fecha aún por determinar, ya que la instrucción del caso sigue abierta.

Según confirmó la letrada, es la primera vez que la judicatura gala adopta una decisión de estas características y en base a estas condiciones en el caso de un prisionero vasco apenas nueve meses de su encarcelamiento previo procesamiento por «asociación de malhechores».

Pese a que medios cercanos al Ministerio de Interior español presentaron a Mikel Irastorza como máximo responsable del «aparato de logística militar de ETA», el donostiarra, que en el momento de su detención no tenía causas pendientes en el Estado español, no ha sido nunca imputado en el Estado francés «en cargo de dirección», por lo que su caso se sigue en la jurisdicción correccional.

A la espera de conocer los motivos del fallo, Cachenaut remarcaba que, a lo largo del proceso, un juez de aplicación de penas y libertades abogó por dejar a Irastorza en libertad provisional evocando el «nuevo contexto» derivado del desarme de ETA, materializado el pasado 8 de abril en Baiona. Para el juez ya no existirían motivos de seguridad –derivados principalmente del «riesgo de reincidencia»– que pudieran «desaconsejar la adopción de medidas» como las se han adoptado en el caso del vecino de Intxaurrondo.