La concejal de Igualdad, Duñike Agirrezabalaga, ha leído un texto en el que toda la corporación municipal muestra su «repulsa y condena» a todas las agresiones que sufren las mujeres, e incide en la necesidad de subrayar que ˜cuando una mujer dice no, es no, y hay que respetarlo, porque el no hacerlo es ya en sí mismo una agresión».
La declaración señala que «la conquista de la igualdad real entre hombres y mujeres sigue siendo un objetivo político y social», que exige «el compromiso de toda la ciudadanía, de todos los poderes públicos y la voluntad de estar dispuestos a cambiar algunas cosas para mejorarlas y para lograr que disminuya el número de mujeres víctimas de la violencia».
«En las fiestas, además de pasárnoslo bien, suelen agredir a mujeres, y desgraciadamente últimamente lo estamos viendo y escuchando demasiadas veces», recuerda el texto.
Por ello, sin querer «desmejorar el buen ambiente y tranquilidad de las fiestas», la Corporación pide la colaboración de toda la ciudadanía para «lanzar un mensaje de alerta, de atención» y solicitarle que «no se pase de largo cuando algunas circunstancias nos resulten sospechosas».
De este modo, subraya que «es muy importante ser conscientes de que la intervención de cualquier ciudadano puede evitar la comisión de agresiones y nuestro objetivo prioritario es evitarlas, es la prevención, y esta prevención será más fácil si lo hacemos entre todos».
Eneko Goia ha remarcado que «los hombres tenemos un papel muy importante, un papel activo de no permitir y de actuar cuando se pueda producir cualquier situación que desemboque en una agresión sexual. Ese será el camino que realmente nos lleve a una ciudad en la que las agresiones sexistas no tengan lugar los 365 del año».