En medio del laborioso desmontaje de las 29 txosnas instaladas en El Arenal, Bilboko Konpartsak hizo ayer su valoración de las fiestas tan solo unas horas después de despedir a Marijaia sobre las aguas de la ría. En representación de las comparsas, Oihane Pascual e Iker Martin destacaron que «Aste Nagusia ha vuelto a ser increíble este 2017 gracias a todas las personas que la hacen posible y disfrutan de ella». Pusieron en valor tanto el trabajo de comparseros y comparseras «que trabajan durante todo el año», como a «toda la gente que se reúne a diario en el recinto festivo participando en primera persona», junto a la «indispensable» labor que realizan «hostelería, proveedores, servicio de limpieza, periodistas y fotógrafos...».

El respaldo popular se refleja en datos como las 876 cazuelas presentadas en el concurso gastronómico, en actos muy concurridos como las goitibeheras o las más de 525 actividades organizadas por las comparsas, en una mezcla de diversidad con sustento popular, que sigue sumando participación y público.

Machismo y censura sobran

Bilboko Konpartsak señaló dos únicos puntos negativos en su balance, el machismo y la censura. «El hecho de que haya disminuido el número de agresiones que se han hecho públicas no nos convierte en vencedoras», señalaron, para dejar sentado que seguirán «trabajando en la concienciación» hasta «erradicar todo rastro de machismo».

La otra cuestión discordante con Aste Nagusia es «la polémica surgida desde las frías paredes de los censores» con la «inestimable ayuda de la prensa sensacionalista», en referencia a los elementos retirados en la txosna de Hontzak, después de que el Obispado de Bilbo reclamara la intervención judicial, y la denuncia ante la AN por exhibir fotos de presos. «Una vez más los resentidos han intentado atacar el modelo festivo sin éxito alguno», señalaron las comparsas, subrayando que en respuesta a esta actuación, «el pueblo ha vuelto a respaldar» el carácter «diverso y plural» de Aste Nagusia, «con humor, libertad de expresión y apostando por el cambio social».

Las comparsas, que volvieron a recordar que sus puertas «están abiertas», para quienes quieran participar y seguir construyendo un modelo festivo «popular, participativo y paritario», reivindicaron «la inmensidad de oportunidades que ofrece el recinto festivo y su esfuerzo por «dar el salto a la ría» y construir un «punto de encuentro» sobre «lo que antes eran límites entre dos realidades sociales muy diferentes».

Deslumbrante hasta el final

Como la gran señora de las fiestas que es Marijaia lució brazos en alto, sonriente y deslumbrante sobre las aguas en su despedida, acompañada con un gran séquito de seguidores en ambos márgenes de la Ría. A su paso cerró las txosnas, no es un adiós, es solo hasta 2018.Marisol RAMIREZ | ARP