A primera vista, lo que más llama la atención es el notable descenso de vehículos circulando por el centro de Iruñea, por donde pasaban a diario 15.000 coches privados.

Por la zona de San Lorenzo transitan principalmente villavesas, taxis y vehículos de transporte, que se van a adaptando a los cambios mientras prosiguen las obras. Los conos están muy presentes en la zona, donde ya está claramente señalizado el carril para las bicicletas.
En la calle del Bosquecillo continúan los trabajos, así que permanece cortada, situación que se prolongará, ya que ha dejado de ser una vía de tránsito.

Uno de los puntos críticos es la rotonda frente al Hotel Tres Reyes. Todavía son numerosos los conductores que intentan proseguir ruta por las calles José Alonso y Padre Moret, opción que ya no es posible. En la entrada a la primera de esas vías se encuentra un agente de Policía Municipal que constantemente desvía a conductores que todavía no conocen los cambios introducidos en el tráfico en esa zona.

Los que llegan a ese punto tienen que desviarse hacia la Taconera, salvo los vehículos autorizados, que pueden continuar por Navas de Tolosa hacia el Parlamento, donde ahora se circula en doble sentido. Las nuevas paradas de villavesas existentes en este punto se van poblando de usuarios que sí conocen los cambios que se han introducido en las líneas, especialmente en la 9, la 4 y la 12, que se han acercado al centro.

En la parte trasera del Parlamento no circulan coches precisamente por el corte realizado en la rotonda del Hotel Tres Reyes, así que la calle Padre Moret, una de las principales arterias para el tráfico hasta ayer, está desierta.

El siguiente punto crítico se encuentra en la rotonda de la plaza de la Paz o de los Txistus, como se le conoce tradicionalmente. Allí tampoco faltan vehículos particulares que frenan ante la presencia de una valla y que optan por seguir su ruta hacia la avenida del Ejército ante la atenta mirada de varios policías municipales.

Los que pueden salvar ese primer obstáculo se encuentran una segunda valla al alcanzar el paseo de Sarasate. A partir de ese punto, solo pueden continuar por Navas de Tolosa los vehículos autorizados, mientras que el resto prosigue por el paseo hasta que se encuentran con una segunda valla a la altura de la calle García Castañón que les desvía hacia el centro.

Están siendo horas en las que los agentes distribuidos por los puntos más críticos del recorrido constantemente están dando explicaciones a conductores, ciclistas y también peatones, que se interesan por conocer cómo ha quedado finalmente la movilidad en el centro.

Uno de esos agentes insiste a IRUINDARRA NAIZ en la importancia de estar atentos a las señales que marcan la dirección del tráfico y sobre todo a las que se encuentran en el acceso al centro desde Arrotxapea. «Los conductores deben estar muy atentos, ya que de lo contrario, dentro de unos días pueden llegar a recibir alguna notificación en sus casas», insiste, mientras desvía a un nuevo conductor que interrumpe la afluencia del tráfico al intentar acceder a la calle José Alonso.

«Hay que tener paciencia, son días en los que la gente se tiene que ir acostumbrando a los cambios», concluye mientras de nuevo debe desviar a más vehículos.

Estos cambios serán analizados durante seis meses para comprobar cómo está funcionando la implantación del Plan de Amabilización del Centro de la ciudad y, en una tercerca fase, con las correcciones que se estimen oportunas, se procederá a urbanizar las zonas afectadas por los mismos para hacerlos ya definitivos.