El edificio histórico de la UB, símbolo de resistencia
Estudiantes, miles, ocuparon ayer el edificio histórico de la Universitat de Barcelona, situado en el centro de la ciudad y convertido en «un nuevo símbolo de resistencia». Está previsto que la protesta pro-referéndum se prolongue el fin de semana.
Miles de estudiantes ocuparon ayer el Edificio Histórico de la Universitat de Barcelona (UB), convertido en un «nuevo símbolo de resistencia». Así lo describió uno de los integrantes de Universitats per la República, que advirtió de que la ocupación, realizada para «denunciar la falta de libertades civiles y democráticas», se prolongará durante el fin de semana.
La ocupación del Edificio Histórico de la UB tuvo lugar al término de una concentración convocada en la plaza de la Universitat, donde se dieron cita varias columnas estudiantiles. La más numerosa salió a las 11.30 desde el Campus Diagonal, y en ella participaron alumnos y alumnas de la UB y de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC).
Antes de enfilar la Avenida Diagonal, los jóvenes se dirigieron al rectorado de la UPC y leyeron un manifiesto de la Coordinadora Diagonal, que critica la represión impuesta por el Estado español. «Tienen la intención de silenciar la aspiración legítima del pueblo catalán a ejercer su derecho de autodeterminación», resumen.
El texto pide a los rectores de las universidades catalanas que «tomen partido a favor de las movilización en defensa de los derechos y de las libertades, que están siendo expoliadas». «Es necesario que desde las instituciones educativas se dé un apoyo explícito al movimiento estudiantil convocando de manera inmediata una huelga general que derive en la suspensión de la actividad docente. Es la única manera de garantizar el derecho a la huelga de los estudiantes», añadió.
Ya en la Diagonal, los alumnos avanzaron coreando gritos por la democracia, entre los aplausos de los viandantes. Cabe destacar el apoyo que recibieron durante toda la marcha. Fueron muchos los vecinos que sacaron esteladas al balcón al paso de la manifestación, que llegó pasadas las 12.30 a la plaza de la Universitat, donde esperaban miles de personas.
Poco a poco, los jóvenes se fueron sentando frente a la fachada del Edificio Histórico de la UB, de donde colgaba una gran estelada. Después de unos minutos se levantaron y entraron pacíficamente en el claustro. Allí se podían ver otra gran estelada y un cartel con los actos previstos a lo largo del día, lo que anticipaba ya que no estaban de paso.
Entre los jóvenes que accedieron al edificio se encontraba un catalán que portaba una camiseta del Alavés y una ikurriña. «Esto es histórico, un punto ed inflexión para la ciudadanía. Queremos votar y queremos vivir en democracia, no en una dictadura camuflada», remarcó.
Una opinión compartida por muchos de los presentes en la UB, que tienen la intención de acudir a las urnas el próximo 1 de octubre. No en vano, tal como remarcó una joven, «los estudiantes somos la base de la república que vamos a crear». Otra hizo hincapié en que la juventud catalana, al igual que el resto de la sociedad, quiere «votar y luchar por la democracia».
Y para ello están dispuestos a salir a la calle, de forma cívica y pacífica, demostrando que no tienen miedo a las operaciones de las FSE, que han intensificado los registros y detenido a catorce personas.
«Estamos aquí porque creemos que debemos defender nuestros derechos y denunciar lo que está pasando estos días, porque se está declarando un estado de excepción de facto», subrayó otro estudiante. Ponía en valor el papel de la comunidad universitaria, que ayer organizó ya diversos actos en este Edificio Histórico de la UB. Por allí pasaron, entre otros, el diputado de ERC en el Congreso Joan Tardà; el portavoz de Sumate, Antonio Baños; y el activista Pau Lloch.