Darín (Buenos Aires, 1957) ha recibido la estatuilla honorífica, en reconocimiento a su trayectoria, de manos de las actrices Dolores Fonzi y Elena Anaya, sus compañeras de reparto en ‘La cordillera’, el thriller político de Santiago Mitre que se proyecta en el Palacio del Kursaal después de la ceremonia.
La simpatía y el cariño que despierta en el público este actor ha quedado en evidencia desde el momento en que ha pisado el escenario y ha sido recibido entre ovaciones, aplausos y con el público en pie.
Darín ha recordado el día en que entregó este mismo galardón a Dustin Hoffman, en 2012. «Parado junto a ese monstruo cinematográfico universal, me preguntaba cómo se sentiría ese hombre, cómo se controlaría frente a tanta calidez. Hoy me doy cuenta de que no hay forma de controlarse, aunque él quizá no contaba con la ventaja que cuento yo, y es que aquí me siento en casa», ha proseguido entre aplausos, antes de desvelar que ha visitado varias veces la capital guipuzcoana, junto a su mujer, también fuera del festival.
El protagonista de ‘El secreto de sus ojos’, ‘Nueve reinas’, ‘El hijo de la novia’ o ‘Truman’ ha echado la mirada atrás para agradecer la ayuda de sus colegas de profesión: actores, directores, guionistas, productores y equipos técnicos.
«Quiero dedicar este momento a los amores de mi vida: mi mujer, mis hijos, mis hermanas, sobrinos, amigos, a todos los que han tenido la amabilidad de acompañarme hasta aquí para darme contención», ha dicho. Justo antes de abandonar el escenario ha vuelto a coger el micrófono para reparar un lapsus: «Mamá, no me olvido de ti».