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La plantilla acusa a Construcciones Zubillaga de eludir su responsabilidad en los pagos

Los trabajadores de la empresa Construcciones Zubillaga, afectados por un ERE de extinción de contratos, han denunciado que la dirección «pretende echar el cerrojo gratis y pasarle la responsabilidad de los pagos que se generan por ello al FOGASA».

Concentración de la plantilla de Construcciones Zubillaga ante la sede de la empresa. (LAB)
Concentración de la plantilla de Construcciones Zubillaga ante la sede de la empresa. (LAB)

En una concentración a las puertas de la sede de la empresa, los trabajadores han mostrado una pancarta con su denuncia de las ocho nóminas que llevan sin cobrar, ante la que representantes de LAB y UGT han leído un comunicado en el que han advertido de la «precaria situación» en la que se encuentran por la «mala gestión empresarial».

«La empresa tiene que asumir todas las responsabilidades derivadas de esta situación», han reclamado tras denunciar lo que consideran intentos de la firma de «pasarle la responsabilidad de todos los pagos que se generan al FOGASA».

Han argumentado con datos su teoría de la «mala gestión empresarial» que en los últimos dos años ha llevado a esta situación, en la que ha sido determinante la decisión de Construcciones Zubillaga de realizar un trabajo en Panamá pese a la oposición de la plantilla por la distancia y por el escaso volumen de trabajo que suponía.

«A pesar de conocer la oposición de la parte social a dicho proyecto, la empresa hizo oídos sordos y decidió embarcarse en esta aventura la cual nos ha llevado a la situación actual con la pérdida de todos los puestos de trabajo, lo que supone que 23 familias se vean gravemente afectadas».

El pasado 6 de septiembre, «de forma inesperada y sin previa comunicación a la representación sindical», la Dirección presentó un ERE de extinción de contratos para despedir a toda la plantilla, al que siguió un periodo de consultas, con un preconcurso de acreedores desde junio que se ocultó a los trabajadores, «lo que deja patente la mala fe empresarial así como su total irresponsabilidad unida a una gestión más que nefasta».

Han lamentado la negativa de la dirección a sus solicitudes, como la retirada del ERE y su cambio por un concurso de acreedores, lo que hubiera facilitado a los trabajadores recuperar el máximo de la deuda salarial pendiente, e incluso haber mantenido la actividad.

Tras concluir el periodo de consultas sin acuerdo entre las partes, con la aplicación del ERE de extinción a partir del día 16 de octubre «la empresa ha dejado a todos sus trabajadores en una situación muy precaria», aunque estos han señalado que harán «todo» lo posible porque la firma «asuma su responsabilidad», tanto en el aspecto salarial como en el de el cierre.