Arnaldo Otegi ha comparecido ante los medios en Donostia para valorar los últimos acontecimientos en Catalunya, con la orden de prisión para Jordi Cuixart y Jordi Sànchez como punto central. Tras recordar su experiencia en la prisión de Soto del Real, donde ahora se encuentran los presidentes de Òmnium y ANC, el coordinador general de EH Bildu ha denunciado la «involución» represiva del Estado español y ha incidido que ante la falta de oferta política al Estados español solo le queda «el miedo y la cárcel».

Para Otegi, ha llegado la hora de responder a esta situación desde un ejercicio de responsabilidad de política. Mostrando solidaridad con el proceso catalán pero yendo más allá de las palabras. Según ha destacado, no puede mirarse hacia otro lado ante lo que está pasando en Catalunya, por lo que ha apelado a la mayoría política, social y sindical de Euskal Herria a hacer un diagnóstico común y acordar una hoja de ruta.

Según ha explicado, prevé dos escenarios. Uno, que Catalunya proclame la República, lo que convertiría al Estado español en un Estado «fallido» e inviable económicamente. «Si pierden el flujo financiero de Catalunya de algún sitio tendrán que sacarlo y la pregunta es ¿de dónde? Ya sabemos que esto pone nervioso al PNV y no decimos que todo vayan a sacarlo de aquí, pero de algún sitio lo tendrán que sacar», ha apuntado.

El otro escenario se correspondería con una paralización del proceso catalán a través de la coacción y se ha referido a las amenzas de reforma de la ley electoral y de ilegalización. «En esta situación apelar al diálogo en abstracto es como apelar a que acabe el hambre en el mundo. ¿Diálogo con quién, para qué y en qué condiciones?», ha preguntado.

El bloque de la involución

En este contexto, ha planteado que se ha conformado un «bloque» encabezado por Felipe de Borbón y al que se han sumado partidos políticos como el PP, Ciudadanos y PSOE, junto a la CEOE, los grandes empresarios, los grandes bancos y la Iglesia Católica para ahondar en esa involución ante la caída del régimen del 78. «Frente a la gravedad de la crisis hay un pacto de élites para salvar al régimen», ha advertido.

Ante el planteamiento de una reforma constitucional hecha pública la pasada semana por el PSOE, el líder abertzale ha sido claro. «Si existe alguna intención de reformar la Constitución no va a ser en términos de ensanchamiento de las libertades, va a ser en términos restrictivos porque lo que están poniendo en marcha es la contrarreforma de la reforma», ha subrayado. Ha citado varios ejemplos recordando algunas de las señales lanzadas estos últimos días por los partidos unionistas abogando por modificar la ley electoral y aplicar la Ley de Partidos. «No nos vamos a encontrar con un escenario a mejor sino con un escenario a peor», ha afirmado.

A su juicio, y como ya ha advertido en otras ocasiones, lo que el Gobierno español con el apoyo de PSOE y Ciudadanos planea para Catalunya tendrá efectos claros también en Euskal Herria. El objetivo es que «un proceso similar al catalán no se pueda producir en ningún sitio». «Estamos frente a la disciplicinización de un bloque que en el Estado quiere salvar al régimen que no tiene oferta política más allá de que todos seamos sumisos a su majestad el rey, buenos españoles y leales a la constitución española», ha señalado.