Las calles de Amurrio se han repleto de gente para despedir a Erreharria, que debe ingresar mañana en prisión para cumplir una condena de un año. Tras una pancarta con su rostro y encabezada por él mismo, una manifestación ha denunciado la orden de encarcelamiento.
Los gritos de «maite zaitugu» y «te queremos libre» han sido la tónica de un emotivo recorrido.
«Con 16 años conocí la cárcel. Ahora tengo 37 y la voy a conocer por dentro, pero no me hace falta para saber lo que hay allí. Hay mucho malo, pero también mucho bueno. Entre estos más de 300 presos y presas políticas vascas», ha señalado Remírez, que no ha dejado de agradecer la solidaridad recibida durante estos meses.
En febrero de 2017, Remírez fue juzgado acusado de «enaltecimiento del terrorismo» en Twitter. Su defensa aceptó un acuerdo por el que asumía una condena de un año y medio de prisión y una inhabilitación de 14 años y seis meses para eludir entrar en prisión. Ahora, la Audiencia Nacional ha tomado en cuenta esta condena por conformidad para rechazar la solicitud de no entrar en prisión por unos hechos que se remontan a 2005.