Se trata, han dicho en conferencia de prensa, de «un duro y complicado trabajo» cuando se encuentran «en la tesitura de exigir» al Gobierno del cambio que «se comprometa a revertir de raíz los recortes impuestos por UPN durante su nefasta etapa al frente del Gobierno».

Y de hecho para LAB, Steilas y ELA «la valoración de la gestión realizada hasta el momento por el departamento de Educación es negativa, ya que salta a la vista que aún no se ha tomado ninguna decisión estratégica que suponga un cambio de orientación respecto a las políticas llevadas a cabo por anteriores ejecutivos».

Tras criticar que «no ha cumplido siquiera los compromisos ni las agendas establecidas con los sindicatos», las tres centrales le piden a Educación que «refuerce los foros de negociación y discusión y se avenga a ejecutar decisiones que respondan a las necesidades reales en el sector"»

En este sentido han señalado como «urgente» tomar como «punto de partida» la situación anterior a los recortes que han conllevado «un notable empeoramiento de las condiciones laborales» y «afectado a la comunidad educativa en su globalidad», ya que lo contrario afectará al objetivo de una «sociedad justa y progresista» con una educación pública de calidad que afronte los retos de futuro.

Para ello abogan como mínimo por reducir los ratios en las aulas, el número de horas lectivas del profesorado y la gestión desde el primer día de las sustituciones por bajas.

«No es fácil borrar de un plumazo los efectos de la herencia dejada por UPN, pero es apremiante que Geroa Bai pase de las palabras a los hechos», sostienen, y aseguran que ellos están dispuestos a cambios graduales pero «con una agenda acordada» y «mayores partidas» presupuestarias.

Unas demandas por las que han anunciado una concentración para el día 23, una jornada de movilización el 30, y una cadena humana para el 12 de diciembre.