El PSE lo tiene cada vez más difícil para justificar su decisión de aceptar la rebaja del tipo del Impuesto de Sociedades del 28% al 24%. El PNV, o al menos una parte de él, lo venía pidiendo hace meses, aunque Unai Rementeria dejó claro hace apenas un año en Madrid que para el país no era necesario porque, entre deducciones y bonificaciones, «el tipo efectivo de gravamen es menor [en la CAV] al del Estado». De ahí que sea lógico que los jeltzales aprovecharan las exigencias del PP y las necesidades de voto en los presupuestos para hacer lo que querían. Pero al partido de Idoia Mendia le han caído duras críticas desde ámbitos muy cercanos, como UGT, CCOO o incluso del sector interno Izquierda Socialista.
Cuesta entender que lo que no aceptaron en el pacto de hace unas semanas con los jeltzales lo hagan ahora para ganar el voto del PP y digan que, además, aunque se baje el tipo nominal, con la limitación de deducciones y otros puntos, se pueda acabar recaudando lo mismo o incluso algo más. La pregunta es que, si eso fuera así, ¿por qué tanta pose en las semanas precedentes?
Entre tanto, el PP ha visto que puede obtener más réditos de esta situación. Lo logrado hasta ahora ya es una conquista que podrá vender ante su electorado. Pero, puestos a pedir, ahora intentará que las rebajas de impuestos lleguen también al IRPF.
Ayer por la tarde hubo un encuentro en Sabin Etxea entre los máximos dirigentes de PNV, PSE y PP, que después de dos horas y media acabó sin acuerdo pero con «avances» y voluntad de seguir hablando. En términos de estrategia negociadora, es lógico que el PP pida más, pero también que sus socios no se lo concedan todo, porque tienen que guardar un mínimo de imagen.
Como dijo ayer el presidente regional del PP, Alfonso Alonso, el acuerdo fiscal es «la llave» para el futuro pacto presupuestario. En el ámbito de la CAV, si se cumplen los esquemas seguidos hasta la fecha, se concretará en que el PP dispondrá de una cantidad de dinero –que el pasado año fueron unos 29 millones de euros– para proyectos que sean de su gusto y se aprueben por vía de enmiendas. Y además tendrá la garantía de exclusividad, de que no se aprobará sin su consentimiento ninguna propuesta, ni de EH Bildu ni de Elkarrekin Podemos.
«Vergonzoso»
El acuerdo de rebajar el tipo del Impuesto de Sociedades alcanzado por PNV y PSE antes incluso de sentarse a negociar con el PP es «un regalo fiscal» a las empresas y supone «la victoria del PP y de Confebask», según declaraciones del secretario general de UGT Euskadi, Raúl Arza, a Europa Press.
El dirigente de UGT dijo que tampoco entienden que no se haya abordado la distinta tributación de las rentas de capital y las de trabajo. «Desde un partido de izquierdas se debería haber aprovechado para tocar esos dos temas que son importantes», aseguró en una referencia y crítica implícita al PSE.
Por su parte, la secretaria general de CCOO de Euskadi, Loli García, calificó abiertamente de «vergonzoso» el acuerdo fiscal de PNV y PSE, y añadió que «ese no es el camino».
«Grave que decida el PP»
La parlamentaria de EH Bildu, Leire Pinedo, consideró «realmente grave» el acuerdo de rebaja del Impuesto de Sociedades y que «el partido que no representa ni al 10% de la población de nuestro territorio sea el que decida nuestras políticas». Añadió que «parece que es el PP quien nos gobierna».
La parlamentaria de la formación soberanista subrayó que EH Bildu va a hacer «todo lo posible para dar la vuelta a esta situación» porque está convencida que ésta «no es la reforma fiscal que el país necesita».
Por el contrario, el Círculo de Empresarios Vascos saludó el acuerdo tributario alcanzado por PNV y PSE porque, a su entender, elimina la «desventaja competitiva» de las empresas de la CAV, y demuestra que «la mejora fiscal» para «impulsar el crecimiento económico» y el mantenimiento del gasto social son «compatibles».
EP también presenta enmienda a la totalidad
Elkarrekin Podemos anunció ayer la presentación de una enmienda a la totalidad de las cuentas del Gobierno de PNV-PSE, a quien critica por su acuerdo para «rebajar los impuestos al capital, antes que dar un cariz social a los presupuestos». EH Bildu ya comunicó el jueves su intención de presentar una enmienda a la totalidad.
El portavoz parlamentario de Elkarrekin Podemos, Lander Martínez, destacó que «en Euskadi podría haber unos presupuestos de marcado carácter social y, en cambio, hay un pacto fiscal que es profundamente regresivo, injusto y antisocial, gracias a un tripartito que funciona 'de facto'».
Martínez insistió en que «había pocas dudas» de que el PNV iba a pactar con el PP los presupuestos del Gobierno de Urkullu. Sin embargo, el Ejecutivo de Lakua quiso mantener la ficción de que podría haber un acuerdo con la formación morada. El lehendakari, Iñigo Urkullu, anunció el lunes que consideraba que EH Bildu y Elkarrekin Podemos se habían «autoexcluido» de la negociación, pero en los días siguientes el portavoz del Gabinete y el consejero de Hacienda trataron de hacer ver que no todas las puertas estaban cerradas.
Martínez defendió que han actuado «con responsabilidad» al poner sobre la mesa «las cosas que pondría cualquier ciudadano vasco». GARA