Aunque todas las declaraciones oficiales sobre el próximo acercamiento de presos políticos vascos en cárceles francesas son muy comedidas, de las realizadas ayer se desprende una evidencia: la coordinación entre los gobiernos de París y Madrid a la hora de desarrollar esta medida. Y otra conclusión no menos importante: el Ejecutivo de Rajoy no se opone.
Tanto la entrevista ofrecida ayer por el ministro de Interior español, Juan Ignacio Zoido, a diarios del grupo Vocento como las declaraciones del portavoz del Ministerio de Justicia francés, Youssef Badr, a Mediabask son plenamente coherentes sobre esta cooperación. Y también encajan ahí las afirmaciones de representantes del PP en Euskal Herria como Laura Garrido o Amaya Fernández, que no han criticado el paso francés.
Comenzando por París, el mismo portavoz del Ministerio de Justicia que este sábado levantó la liebre de los acercamientos a Mont de Marsan y Lannemezan, Youssef Badr, reiteró ayer a Mediabask que el proceso se materializará a través de un análisis y decisión «caso por caso» y ocurrirá «en semanas». Y le añadió el subrayado de que «este Ministerio de Justicia trabaja en cooperación con las autoridades españolas».
Otro tanto confirma Zoido desde Madrid: «La colaboración con Francia es total y permanente, también en el ámbito de los presos». En sus declaraciones no pone ningún obstáculo ni matiz a la decisión de los mandatarios galos: «Ha habido una serie de peticiones de presos y Francia las analiza y da respuesta en función de su propia legislación, caso por caso, sin que responda a un criterio colectivo ni a cambios de postura, como algunos quieren hacernos creer».
El ministro español añade un agradecimiento explícito a París, que viene a apuntalar esa buena sintonía: «El esfuerzo de nuestro país vecino, aliado y amigo ha salvado miles de vidas de ciudadanos españoles. Nunca debemos olvidarlo y menos ahora que estamos cerrando el peor capítulo de nuestra historia moderna», pide Zoido.
Zoido habla de «adaptar» la ley
Una cosa es que Madrid no critique el paso de París y otra que esté dispuesto a emularlo. Por el momento, todas las peticiones de acercamiento formuladas por los presos vascos están siendo rechazadas por la Administración penitenciaria española, lo que deja claro que no habrá cambios a corto plazo.
¿Podrían ocurrir en un futuro más o menos próximo, y siempre en un escenario de desmovilización de ETA? Preguntado por ello en Vocento, Zoido elude tomar cualquier compromiso, pero tampoco se cierra en banda. Alude a la posibilidad de cambiar la Ley General Penitenciaria, indicando que está en fase de estudio y apuntando que «no voy a precipitar ningún aspecto, porque tenemos que lograr un consenso. Y si uno empieza a poner determinados temas encima de la mesa, pues a lo mejor lo que quieren unos no lo quieren otros. Es necesaria mucha prudencia y sobre todo mucha discreción». Al requerírsele si lo que tiene en mente es «una posible flexibilización», Zoido responde que «se trataría de modernizar, de adaptar».
Sobre la posición tomada por los presos y presas vascas ante cuestiones como el reconocimiento del daño, Juan Ignacio Zoido plantea que «lo que tienen que hacer es tener claro de una vez por todas lo que significa reinsertarse». Y aquí remarca que no basta con reconocer el daño, sino «demostrar una voluntad inequívoca que les haga acreedores de que con ellos deben tomarse otras medidas. ¿Colaborar con la Justicia? También, pero sobre todo, insisto, saldar las responsabilidades civiles y certificar que hay una voluntad inequívoca de no pertenencia a una banda terrorista».
En las declaraciones de dirigentes vascos del PP también se trasluce un argumentario común sobre dos pilares: evitar criticar a París y posponer el debate sobre acercamientos en el Estado español. Así, la secretaria general en la CAV, Amaya Fernández, subrayó ayer a Europa Press que respeta «las decisiones de gobiernos democráticos» y no entra en «hipótesis» futuras porque «hay que priorizar la disolución de la banda terrorista». El sábado en Radio Euskadi, la parlamentaria Laura Garrido abogó también por «prudencia absoluta» ante el movimiento de París, destacó la importancia de que el proceso sea individualizado y deseó que «más pronto que tarde se disuelva ETA».
París cita a víctimas el 24
Así las cosas, la única voz abiertamente crítica con París es la de la AVT, que anunció el sábado una carta al presidente francés, Emmanuel Macron, para pedirle que interrumpa los contactos del Ministerio de Justicia con la delegación vasca.
Las víctimas de este sector tendrán ocasión de hacerlo en persona, puesto que el día 24 la directora adjunta del Ministerio galo y exmagistrada de enlace con España, Helène Davo, les ha citado en París para explicarles el plan. Lo reveló Marimar Blanco, presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo. Confirmó que acudirán porque «es importante que todos vayamos en la misma dirección».
Jonan Fernández afirma que se moverá primero a quienes acaban las condenas
Las casi nulas precisiones del Gobierno francés sobre su plan están haciendo que sean otras fuentes indirectas pero en contacto con París –desde los artesanos de la paz al Gobierno de Lakua– quienes den detalles que conviene tomarse con cautela. Así, el domingo el artesano Mixel Berhokoirigoin apuntó que el traslado no será individual sino por grupos, y ayer el secretario general de Derechos Humanos de Lakua, Jonan Fernández, aseveró que primero se llevará a Mont de Marsan y Lannemezan a quienes tienen avanzado el cumplimiento de sus condenas.
«Por la información de la que disponemos, será progresivo, gradual e individualizado y, en un primer momento, afectará a presos cuya condena esté próxima a su finalización», dijo Fernández en la presentación de una campaña de Lakua sobre el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Reiteró el carácter de «paso positivo» que Lakua concede a este anuncio y aseguró que el Gobierno de Urkullu está «trabajando con discreción tanto con el Gobierno francés como con el Gobierno español» para lograr cambios en política penitenciaria «y lo va a seguir haciendo».
«Esta es una situación interesante y requiere prudencia y discreción», añadió Jonan Fernández. La desligó de la decisión de ETA sobre su disolución.