Desde la comisión de género del Foro Social, Mendia y Dañobeitia han echado en falta un estudio que teste las dificultades añadidas que tienen las mujeres para reintegrarse después de años de cárcel, exilio o deportación. Han incidido en que no hay datos al respecto en Euskal Herria, pero sí hipótesis fundadas que apuntan a dificultades extras tanto en el ámbito socioeconómico como en el sicosocial o a la hora de continuar con su participación política.
Algunas de las preguntas que creen pertinente hacerse son cuál era la cualificación académica y profesional de estas mujeres antes, en qué condiciones pueden insertarse en el mercado laboral, en qué situación les deja haber tenido hijos en ese periodo, qué consecuencias añadidas padecen si sufrieron violencia machista en los calabozos o la cárcel…
Mendia se ha detenido en casos como el de El Salvador, donde no se hizo la estimación que piden para Euskal Herria y el retorno de las mujeres fue peor que el de los hombres, o Bosnia, donde el proceso de reintegración se abordó de forma completamente individual (no comunitario) y estuvo caracterizado por fenómenos como la hipermedicación.