Pablo GONZÁLEZ

Nieve, frío, una gran oferta cultural y gastronómica; la Moscú que verán los aficionados

Aquellos seguidores del Athletic que se desplacen a Moscú se van a encontrar con una gran urbe moderna, poco amable con los turistas, pero con mucho que ofrecer si se sabe sacar provecho de las diversas oportunidades que ofrece.

La capital rusa es una enorme y moderna urbe con posibilidades casi infinitas las 24 horas del día. Los aficionados del Athletic se pueden sentir un poco perdidos en una ciudad con mayor superficie que Bizkaia y donde viven más de 12 millones de personas. Veamos qué posibilidades tienen para cubrir las necesidades básicas de todo viajero; dónde comer y beber, qué visitar, cómo desplazarse y claves para la seguridad personal.

Las recientes nevadas caídas en Euskal Herria servirán de buen entrenamiento para aquellos aficionados del Athletic que se desplacen a Moscú. La capital rusa ha sufrido en las últimas fechas abundantes nevadas, y dado que las temperaturas para esta semana seguirán bajo cero, gran parte de esta nieve seguirá en la ciudad. Para el día del partido pronostican -8 grados de máxima y -11 de mínima. Estas condiciones atmosféricas hacen recomendable no pasar demasiado tiempo en el exterior y la ropa interior térmica es una de las mejores opciones para asegurarse de que no se pasará demasiado frío.

La oferta gastronómica local es enorme, pero desde luego lo recomendable sería probar la cocina local, ya sea en su versión más tradicional o en una más moderna. Para ello nada más sencillo que consultar internet, el cual nos dará una buena lista de locales, servicios como TripAdvisor funcionan excepcionalmente bien en Rusia, con multitud de usuarios colaborando con sus críticas a que encontremos el mejor local posible.

Si preferimos lanzarnos a la aventura, tampoco es difícil, la zona céntrica comprendida entre las calles Tverskaya, Bolshaya Dmitrovka y Novi y Stari Arbat (Arbat nuevo y viejo respectivamente) tiene una gran cantidad de bares y restaurantes. Debido a la popularidad de esa zona, pocos locales malos hay, simplemente no aguantan la competencia. Moscú, a pesar de ser cada vez más turística, sigue viviendo del cliente local. Toda esta zona está a poco tiempo a pie de la Plaza Roja, la cual tiene en su centro y pegado al muro del Kremlin el mausoleo donde a día de hoy siguen guardando la momia de Lenin. Con mausoleo o sin él, la Plaza Roja es el punto imprescindible por el que empezar la visitas a la ciudad.

Otros puntos de interés aparte de la Plaza Roja son el Kremlin, la fortaleza que servía en el pasado de residencia de los zares. Tampoco puede faltar la catedral de San Basilio, en la misma plaza y al lado del Kremlin. Si el interés cultural aun no se ha visto saciado con estos tres elementos, a poca distancia se encuentra la Tretiakovskaya Galereya, la Galería Tretiakov, el principal museo de arte ruso del país. Otra visita interesante, aunque sea solo por la majestuosidad arquitectónica, es la catedral del Cristo Salvador, el principal templo del país. La ciudad presenta numerosas opciones más a visitar y en cualquier otra época del año seria muy aconsejable callejear por el centro de Moscú, pero febrero no es desde luego la época más apropiada para ello.

Para los desplazamientos dentro de Moscú lo más recomendable es el metro, famoso por la exquisita decoración de muchas de sus estaciones. El estadio del Spartak se encuentra en la estación del mismo nombre en la línea violeta, y desde el centro se tardan unos 35 minutos en llegar. La otra opción recomendable para moverse por la ciudad son los taxis, pero para que la carrera no nos salga demasiado cara, lo más efectivo es instalarnos una aplicación de móvil como Yandex-Taxi o Uber. Con ello aseguramos un precio cerrado que se nos cargará a la tarjeta de crédito. De otra manera, son famosos los casos de taxistas moscovitas poco honrados que pueden llegar a pedir hasta 10 veces más por sus servicios.

La seguridad personal es otro punto importante para el viajero. El aficionado del Athletic se puede sentir bastante seguro en este aspecto. A pesar de que los aficionados radicales rusos llenan las portadas de los medios de vez en cuando en los últimos tiempos, no son tan fieros como los pintan. La enorme mayoría de los seguidores locales poco o nada tienen que ver con los violentos. Además el Spartak no es el único equipo de la ciudad, aunque sí el más importante, pero solo uno de los cinco históricos que tiene la ciudad. Otros deportes, especialmente el hockey sobre hielo, le roban parte del protagonismo al fútbol en Rusia. Por ello se puede sin temor alguno vestir los colores del Athletic por Moscú, los cuales además coinciden totalmente con los del Spartak.

La criminalidad tampoco es demasiado llamativa en Moscú, como en cualquier gran ciudad europea. En el tema de la seguridad también hay que tener en cuenta que Rusia es un país que ha tenido y tiene sus propios problemas con el terrorismo, especialmente el islamista, por ello no debe extrañar la presencia de unas medidas de seguridad mayores que las que estamos acostumbrados. Algo que podremos notar en la entrada al estadio por ejemplo. En este caso hay que tomárselo con calma e intentar ir al estadio con tiempo de sobra para que el pitido inicial no nos pille todavía fuera de nuestro asiento.

El Otrkrytie Arena, el campo del Spartak, es un moderno campo inaugurado en 2014 con todas las comodidades a las que estamos acostumbrados en el Nuevo San Mamés. Llegar al campo nos llevará en el mejor de los casos 35 minutos desde el centro de Moscú, más al menos otros 20 minutos para pasar todos los controles y llegar a nuestro asiento. La grada de animación del Spartak suele ofrecer bastante espectáculo desplegando banners en apoyo de los suyos. Así que !a disfrutar del partido y la ciudad!