Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Vendedores ambulantes alertan de que tratan de impedir su regularización

Vendedores ambulantes denunciaron ayer que cambios introducidos por la Oficina de Extranjería de Bilbo les impiden mantener una actividad regularizada como trabajadores autónomos, tal y como ellos desean. «No queremos volver a la clandestinidad», subrayaron.

Calculan que son alrededor de un centenar, de ellos más de la mitad senegaleses, pero también hay otros africanos, latinos, pakistanís y bangladeshís. Ayer se plantaron ante la Oficina de Extranjería de Bilbo, en plena Gran Vía, para denunciar que «por una decisión política» todo su trabajo de cinco años «se puede ir a la basura». Desean «poder vivir del sudor de nuestra frente» de una forma «digna», algo que ven peligrar.

Son vendedores ambulantes que recorren mercados y fiestas. Trabajadores por cuenta propia, obtuvieron un primer permiso de residencia por un año, que renovaron por otro de dos, cotizando sobre una base de en torno a 200 euros. Esa regularización les ha permitido una relación normalizada con la Administración, por ejemplo a la hora de pedir permisos o, en el caso que les sea necesario, solicitar un complemento de la RGI para subsistir. «No queremos privilegios, tan solo trabajar», insistieron.

«Los papeles nos permiten, simplemente, movernos sin miedo, buscar trabajo, también nos protegen, en cierta medida, de la explotación salvaje que sufren ‘los sin papeles’ por culpa de una Ley de Extranjería discriminatoria y racista que nos entrega al mundo oscuro de la economía sumergida, sin derechos, sin apoyo legal y sin futuro», destacaron.

En Bizkaia, advirtieron, la situación ha cambiado y ahora la Oficina de Extranjería les exige que coticen sobre una base de 800 euros, a lo que se suman nuevos requisitos de índole fiscal. «Pagar autónomos, transporte, al gestor, vivir. ¡No nos da!», subrayó Baba, uno de los afectados que participó en la concentración convocada por SOS Racismo y la asociación para la defensa de las personas manteras Mbolo Mooye Doole.

«¿De dónde vamos a sacar para pagar? Hasta ahora todos los meses hemos pagado 170 euros por ser autónomos pero lo que nos piden, no podemos. Queremos papeles, trabajar y no vernos obligados a pedir», insistieron mientras coreaban que «ninguna persona es ilegal».