Responsables del Gobierno sirio retiraron kits de tratamiento de trauma y quirúrgicos, dosis de insulina y equipos de diálisis del convoy humanitario de Media Luna Roja que accedió ayer al enclave insurgente de Ghuta Oriental, según confirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS indicó que un 70% de los suministros que se cargaron sus almacenes se retiraron durante una rigurosa inspección del cargamento.

El convoy integrado por 46 camiones con ayuda humanitaria entró en la región de Ghuta Oriental, ubicada en los alrededores de Damasco y controlada por los rebeldes, con miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Media Luna Roja Siria y Naciones Unidas. Lo hizo desde el norte del enclave, en la ciudad de Duma.

«Con miles de personas que necesitan ayuda vital, el convoy de 46 camiones dará algo de alivio. La ayuda incluye raciones de comida para 27.500 personas, sacos de harina y suministros médicos», explicó el CICR. Ali al- Zaatari, coordinador humanitario de la ONU en Siria que acompaña el convoy, subrayó la necesidad de que «haya garantías de que se podrá entregar la ayuda humanitaria en buenas condiciones», tras escuchar las explosiones alrededor del itinerario.

A pesar de la tregua reclamada por la ONU y de la orden de Rusia de un alto el fuego diario de cinco horas, los bombardeos no han cesado en el enclave y ya han muerto casi 700 personas. Ayer fallecieron 44 más. Además, al menos quince personas resultaron heridas por el disparo de cohetes desde Ghuta contra hospitales de Damasco y su periferia, según la agencia de noticias oficial SANA. Por otra parte, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó una investigación sobre la situación en Ghuta y reclamó la entrada inmediata de ayuda, evidenciando de nuevo posturas discrepantes. El texto inicial responsabilizaba de forma contun- dente al Gobierno sirio, lo que varios países criticaron por su parcialidad. Los cambios incorporados, que añadieron la condena de grupos rebeldes, no fueron suficientes para la delegación rusa, que rechazó un texto «desconectado de la realidad sobre el terreno».

Turquía mata a al menos 19 civiles más en Afrin

Al menos 19 civiles, entre ellos dos niños, murieron, y numerosas personas resultaron heridas, varias de ellas de gravedad, en los bombardeos aéreos y disparos de artillería que el Ejército turco lanzó ayer contra la localidad de Nandiris, en la región kurda de Afrin, al norte de Siria. Jandiris y su entorno sufrieron desde el amanecer una constante lluvia de proyectiles disparados por las fuerzas turcas que alcanzaron y destruyeron varias viviendas. Ankara lleva a cabo desde el pasado 20 de enero una ofensiva para tomar el control de este enclave kurdo, y, según el portavoz del Gobierno turco, Bekir Bozdag, casi la mitad del área se encuentra bajo control del Ejército turco. En la operación han muerto ya más de 170 civiles, entre ellos 29 niños, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que señaló que también han perdido la vida 270 combatientes proturcos, 310 miembros de las fuerzas kurdas, 40 soldados turcos y 58 miembros de las milicias progubernamentales sirias que entraron en Afrin el 20 de febrero.GARA