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El huerto de Pellejerías de Iruñea cumple un año de cosechas y actividades comunitarias

Hace algo más de un año comenzaba a funcionar el huerto urbano comunitario de Alde Zaharra de Iruñea situado en el Rincón de Pellejerías, el primero de la ciudad. Han sido unos meses de cosechas, visitas guiadas, encuentros vecinales y actividades comunitarias.

Vista del huerto urbano del Rincón de las Pellejerías. (AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA)
Vista del huerto urbano del Rincón de las Pellejerías. (AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA)

En noviembre de 2016, el Ayuntamiento concedía el uso del terreno situado en ese espacio para la única asociación solicitante, Piparrika Elkartea. Tras algo más de 12 meses de funcionamiento, este espacio de 1.500 m2, proveniente del solar resultado de la demolición del antiguo número 5 de la calle Jarauta y que cuenta con algunos árboles y un antiguo pozo, se ha convertido en un huerto.

Los miembros de la Gerencia y la comisión de Urbanismo han apreciado las diferencias entre los seis espacios conceptuales en que se divide: huerta productiva, medicinal, banco de semillas, huerta educativa, zona de compostadora y un espacio de relación que sirve de lugar de reuniones y coordinación.

Los detalles sobre el funcionamiento del huerto y sus servicios asociados han sido explicados por la directora del área de Ecología Urbana y Movilidad, Camino Jaso, junto a técnicos municipales y portavoces de La Piparrika.

En estos momentos, el huerto es un conjunto de unos 200 m2 compuestos por cuatro bancales para semilleros y aromáticas, nueve bancales ‘de sol’, un bancal circular para rotaciones de cultivos, tres bancales ‘de sombra’ y un jardín comestible. A lo largo del año los productos obtenidos se destinan exclusivamente al autoconsumo o a fines sociales.

Pero, además, ya está en construcción un ‘jardín vertical’, una pared tapizada de verde mediante la instalación de un sistema deanclaje de botellas de plástico de dos litros perforadas y unidas mediante abrazaderas a tuberías, formando un continuo de cultivos. Esa estructura esta colocándose en la pared de entrada del huerto. Los alumnos del programa de Carpintería y Mueble, un programa propio de Consistorio, están trabajando en la construcción de un espacio semiesférico como zona cubierta para la realización de actividades.

En marzo, tomates y pimientos del piquillo
A lo largo del año de funcionamiento y siguiendo una planificación anual de cultivos, se han plantado y sembrado entre otros, lechugas, remolachas, lombardas, espinacas, acelgas o cardos. Lo que las personas participantes en la visita han podido apreciar es aún plantación de verduras de invierno, de las que se están elaborando semilleros para reproducción, aunque en breve tocará la plantación de la siguiente estación: tomates, pimientos del piquillo, ajos...

Los bancales están señalizados con carteles de madera labrada con láser gracias a una máquina de la asociación Aldezar. Cada especie está identificada en castellano, euskara y braille. Los barnices y pinturas de los tablones que sustentan el bancal son ecológicas y los materiales de construcción provienen de la reutilización.

La concesión a La Piparrika implicaba una serie de condicionantes en el manejo de la huerta como seguir las pautas de agricultura ecológica (eligiendo variedades de planta local, descartando la utilización de productos de síntesis química, trabajando la rotación de cultivos y haciendo un uso eficiente del agua, entre otros); realizar compostaje sobre el terreno de los restos vegetales generados por el propio huerto y mantener la huerta en condiciones de limpieza.

En ese espacio hay también un frigorífico que hace de punto de book crossing/ intercambio de libros (permite coger y dejar ejemplares de forma libre), asi como bancos y otras figuras realizadas con palés. En estos momentos en el fondo del huerto los alumnos del programa de Carpintería y Mueble del Ayuntamiento de Iruñea se encuentran realizando una estructura de madera semiesférica que servirá de espacio de encuentro a cubierto para realizar actividades vinculadas con la zona de cultivos y el barrio.

Un espacio social de trabajo en ‘auzolan’
Quizá lo más característico del concepto de huerto urbano es lograr un espacio ‘productivo’ que fomento de valores comunitarios, sociales, educativos y de sostenibilidad. En ese sentido la Corporación ha sido informada de que el simple hecho de mantener el funcionamiento del huerto ha requerido tres asambleas, 20 reuniones, dos encuentros vecinales, 27 reuniones de grupos de trabajo, además de visitas de comprobación a huertos similares. Y es que un huerto como el de Pellejerías requiere una gestión agrícola conjunta de manera mancomunada y autogestionada.

Más alla de la coordinación en la gestión, el huerto ha buscado ser punto de encuentro social, educativo y de ocio para el barrio. En este tiempo se han realizado nueve actividades para menores: talleres de semillas o palets (dos), varias chocolatadas y sesiones de pintura (seis) y una sesión de cuentos. Miembros de La Piparrika han guiado 28 visitas de colegios, residencias o fundaciones y supervisado talleres y jornadas. Asimismo han coordinado 25 sesiones de trabajo comunitario (auzolan).

Y desde el huerto se ha colaborado en las programaciones de actividades festivas de Fiestas de Jarauta, San Fermin de Aldapa, El Día de Alde Zaharra, Olentzero, Arimen Gaua o el aniversario de la asociación Aldezar. La Asociación pretende, además, llevar su labor pedagógica a las redes sociales por lo que tiene perfil en Facebook, en donde cuenta con 756 amigos.

Los costes del huerto
Para el Ayuntamiento de Iruñea los costes todo el funcionamiento podrían estimarse en alrededor de 17.500 euros. En el inicio del proyecto, el Consistorio adecentó el terreno con una mínima labor con aporte superficial de áridos, se sustituyó la verja de entrada y se mejoró la rampa de salida del Palacio del Condestable, siguiendo los criterios como salida de emergencia del mismo, unos trabajos cuyo coste se ha calculado en 11.017 euros. En lo que va de 2018 la petición de fondos al Ayuntamiento ha sido de 138,43 euros.

Luego las cantidades invertidas por el Ayuntamiento en materiales a lo largo de los diferentes periodos han sido de 840 euros en 2016 y de 5.504 en 2017. Y es que aunque La Piparrika ha aportado otros materiales provenientes de la reutilización (palets, maderas, etc.), gran parte de los materiales han sido proporcionados por Consistorio a través del Servicio de Ecología Urbana, que es el Área que lleva a cabo el seguimiento de todos los albaranes.

Desde los años 70, los proyectos de agricultura urbana se relacionan con la autogestión, el desarrollo local, la mejora de entornos degradados, la integración social, el fortalecimiento comunitario y la educación ambiental. Son, además, una oportunidad de hacer más sostenibles las ciudades y preservar la biodiversidad en las urbes.

Hace pocos días se presentaba un Plan de Huertos Urbanos para la ciudad que prevé la creación durante 2018 de cuatro nuevas zonas en los barrios de Txantrea, Arrotxapea, Donibane y Mendebaldea, que se sumarán a este huerto en el Rincón de Pellejerías. El plan prevé una inversión de unos 10.000 euros en cada uno de los huertos que se constituyan en la ciudad.