La Real necesitaba congraciarse con su afición tras una temporada decepcionante y su fracaso en Cornellá de la pasada semana, y en el primer minuto Oyarzabal ha estado a punto de batir a Guaita, que ha desviado su remate.
El Getafe ha intentado congelar el partido y las ideas locales, pero la Real ha comenzado a toda velocidad y Willian José, con un disparo a un poste y otra vez Oyarzabal, en clara disposición de marcar, han podido hacer daño a los madrileños.
Ha sido el prólogo al gol que abriría el marcador para el conjunto donostiarra, ya que en el minuto 22 la Real ha dejado de amagar y no dar y Willian José, en una acción de oportunismo, ha marcado su gol número 13 en esta Liga y ha celebrado por todo lo grande su convocatoria con Brasil para preparar el Mundial de Rusia.
Los seguidores donostiarras han comenzado a creer en la victoria, pero el equipo de Jose Bordalás ha ido creciendo a medida que se acercaba el descanso y, justo en el minuto 45, Djené ha establecido el empate con un excepcional remate de cabeza escapándose de la marca defensiva realista.
El Getafe ha dado un claro paso al frente al inicio del segundo tiempo y no ha tenido que esperar mucho para recoger el fruto a su juego e intenciones porque a los 6 minutos de la reanudación Ángel ha logrado un gol de bandera, el duodécimo de la temporada, por una escuadra y tras adelantarse a toda la defensa txuri-urdin.
El peor escenario para los donostiarras se ha abierto tras ese tanto y Anoeta ha estallado contra el director deportivo del club, Loren Juarros, la Real se ha venido abajo y los de Bordalás han comenzado a disfrutar y sentirse superiores.
El juego del equipo local se ha tornado plano, previsible y sus opciones no ya de remontar, sino de al menos arrancar un empate han pasado a la categoría de los imposibles porque la Real ha sido un manojo de nervios sin pegada alguna.
El Getafe, para minimizar riesgos, ha optado además por ralentizar el juego y defender con todos sus recursos, los que gustan y también los que disgustan a las aficiones locales, para vivir un cómodo final de partido.