Amaia U. LASAGABASTER
Elkarrizketa
RUBÉN PEÑA
JUGADOR DEL EIBAR

«Hay que valorar cada temporada que el Eibar está en Primera»

Lateral diestro, zurdo, extremo, media punta... Y si le colocasen en la portería «también disfrutaría, aunque creo que me faltan algunos centímetros». La versatilidad es una de las principales características de Rubén Peña, que ha necesitado año y medio para asentarse en el once, quizá porque en la temporada de su debut quiso «demostrar muchas cosas en poco tiempo».

Está más ocupado en preparar el derbi contra el Alavés que preocupado por la mala racha. Y es que Rubén Peña está convencido de que los últimos tropiezos han sido poco más que una cuestión puntual.

Puntuales pero encadenados. Solo han sumado cinco puntos de 24. ¿A qué se debe?

Un poco de todo. Hemos tenido buenos rivales, se nos han acumulado bajas en zonas concretas... Y también nos ha faltado algo de fortuna. Creo que ha habido partidos en los que hemos sido superiores al rival pero nos ha faltado ese puntito de suerte para llevarlo al marcador. Aunque también ha habido partidos en los que el rival ha sido superior, como el del sábado.

No falta quien dice que es porque ya están de vacaciones.

Si alguien piensa así se equivoca por completo. La mente está puesta en competir al máximo, por amor propio y por orgullo. Y porque la sensación no es la misma si acabas en el octavo o en el decimocuarto puesto, por mucho que se haya conseguido el objetivo.

Se ha vuelto a lograr de forma holgada. ¿Se valora lo suficiente?

Quiero pensar que sí. Pero cuando las cosas se hacen bien, muchas veces lo acabamos tomando como algo normal, aunque sea extraordinario. Y yo creo que hay que valorar cada temporada que el Eibar está en Primera, el esfuerzo y el mérito que supone. No hay más que ver qué equipos han quedado por detrás, incluso han descendido, estos años. Hay que darse cuenta de lo difícil que es.

Tampoco es mala señal que se normalice el éxito o que se piense en logros mayores. Significa que ustedes mismos han colocado el listón muy alto.

Sí, pero hay que ser realista. Eso no quiere decir que no haya que exigir al equipo, somos los primeros en hacerlo. No hay más que ver los entrenamientos que hacemos, con un nivel muy alto, tanto como en verano o como durante la buena racha que tuvimos hace algunas semanas. Ese es el mejor indicador de las ganas que tiene el equipo, aunque luego las cosas puedan salir mejor o peor.

De todos modos, sería comprensible ver al equipo más relajado. La permanencia ya se ha asegurado y Europa es una utopía.

Para nada. Al que no esté motivado, el cuerpo técnico le pone las pilas en dos minutos. Y los propios compañeros, en los entrenamientos, lo impiden. Sí, hemos cumplido el objetivo pero solo por el amor propio vamos a intentar acabar bien, de la mejor manera posible.

Que se hable de los que se van, de los que se quedan... no ayudará mucho. ¿En el vestuario también genera inquietud?

Que va, no le damos muchas vueltas. Cada uno tomará la decisión que considere correcta y ya está. Hombre, a mí me encantaría que siguiéramos todos, pero sé que es imposible. En cualquier caso, el Eibar ha demostrado que cuando pierde a un jugador sabe encontrarle buenos relevos.

La renovación de José Luis Mendilibar sí parece cercana. ¿Cómo lo valora?

No se qué pasará. Pero si sigue será importante para el club y para la plantilla porque ha hecho tres temporadas buenísimas y tiene tomada la medida de la plantilla y la plantilla también tiene su idea cogida.

Salvo sorpresa, usted sí estará aquí el próximo curso. Será el tercero en Primera. Un veterano ya.

Bueno, espero que sean muchos más. Por lo menos yo trabajo cada día para tener hueco durante muchos años en Primera.

Ese «hueco» ha sido mayor esta temporada que la pasada. Más partidos, más minutos, mejor rendimiento... ¿Qué ha cambiado?

Yo creo que el año pasado quería demostrar muchas cosas en poco tiempo. Intenté que se me viera mucho e iba demasiado acelerado. Ha pasado un año, coges tranquilidad, los compañeros también te transmiten confianza y esa tranquilidad, y creo que gracias a eso estoy mejorando en la toma de decisiones. Aunque todavía me queda mucho por aprender y mejorar.

En ese trayecto está teniendo la continuidad, al menos en la segunda vuelta, que le faltó el año pasado.

Es lo que todos queremos. No es fácil porque hay un nivel muy alto y cuando el compañero está mejor que tú, el míster le elige a él. A veces no lo queremos ver porque el jugador puede ser bastante egoísta. Ahora me está tocando jugar y estoy encantado, claro.

Además está teniendo continuidad en el más amplio sentido. Está jugando mucho y en el mismo puesto, que supongo que también se notará.

Sí, claro que se nota. Pero no es algo que yo pueda elegir. Creo que una de mis características, y una de las cosas que me han traído a Primera, es la polivalencia, que me cambian de posición y me adapto. Y como además lo primero que queremos los jugadores siempre es jugar, tampoco me voy a quejar porque me vayan moviendo de puesto.

¿Llegará el día en el que le veamos en la portería?

(Ríe) quién sabe. Siempre me ha gustado, así que también disfrutaría. Aunque creo que echaría en falta unos cuantos centímetros más.