En una comparecencia pública en la que se ha reunido un nutrido grupo de jóvenes, han señalado que hace escasos días, los dos gaztetxes de Iruñea «hemos sufrido un ataque que, bajo el pretexto y con la excusa del cumplimiento de la ordenanza muncipal, pretenden cerrar nuestros espacios para que vuelvan a quedarse muertos y vacíos de vida. Abandonados». De esa manera hacían referencia a dos informes técnicos del Ayuntamiento de Iruñea en los que se prohíbe la realización de espectáculos públicos por cuestiones de seguridad.

Además, han destacado que «el sábado sufrimos un constante hostigamiento policial, produciéndose una identificación por parte de Policía Muncipal y el robo de una pancarta feminista por parte de la Policía Foral»

Tras estos hechos, señalan que «estamos hartas. Hoy, las personas que estamos reunidas aquí, tan solo somos la punta del iceberg de toda nuestra red de apoyo y queremos trasladar un mensaje alto y claro: no vamos a tolerar ninguna agresión más ni a nuestros espacios ni a nuestros proyectos autogestionados. No vamos a permitir que bajo ningún pretexto se pretenda cortar de raíz las ganas de luchar y organizar nuestra comunidad en auzolan».

Por ese motivo, «desde hoy, hacemos un llamamiento a la desobediencia popular contra unas leyes injustas fabricadas para destruir y asimilar el tejido social. Decimos alto y claro que vamos a seguir creando y construyendo comunidad, a seguir realizando actividades desde el Movimiento Popular, a seguir recuperando espacios al capital, a seguir organizando colectivamente nuestros barrios. Porque solo a través de la autogestión, la organización popular y la desobediencia tumbaremos los muros de la injusticia. Hoy y aquí, la lucha es el único camino».

Han recordado que «hace ya tres años que el cambio político sobrevino por estas tierras de un modo más que ilusionante. Por fin y después de décadas de lucha, se empezaba a agrietar el muro del Régimen que las élites de la Navarra foral y española habían levantado contra los sectores populares para defender y perpetuar sus privilegios. El cambio lo construimos a través del esfuerzo y la suma de diversas voluntades, donde nosotras, el Movimiento Popular, participamos de manera activa para derribar el muro de la imposición. Y a día de hoy, los gaztetxes somos una pieza clave en ese gran puzzle colectivo». Por ello, «deben ser defendidos ante cualquier ataque, sea de la índole que sea y provenga de donde provenga. Porque si nos tocan a una, nos tocan a todas».

Al finalizar la intervención, los presentes han roto el documento en el que se había trasladado el aviso de cierre.