Integrantes de la Secretaría Feminista de LAB, junto a representantes del sindicato en Durangaldea, comparecieron ayer en Bilbo junto a Janire, la trabajadora de Abrasivos Texajax de Zornotza a la que un juzgado ha reconocido que fue discriminada por razón de sexo y que se vulneró su derecho básico a la maternidad.

La sentencia obliga a la compañía a indemnizar a la trabajadora por daños morales. LAB reconoció que esta lucha les ha dejado un sabor agridulce. «Janire ha ganado el juicio y la empresa Texajax ha sido condenada, pero esto no le devolverá su puesto de trabajo», señalaron, aclarando que «a consecuencia del acoso sufrido en el puesto de trabajo, se le ha hecho imposible continuar en la empresa».

En ese contexto, la central va a interponer una denuncia en Inspección de Trabajo contra esta compañía de Zornotza, al entender que la resolución judicial ha acreditado que la empresa discriminó. Por tanto, esperan que Inspección le imponga una sanción por acoso.

Con esa sentencia en la mano, LAB exigió tanto a la Inspección de Trabajo como a las diferentes instituciones que pongan en marcha medidas preventivas para que casos como el de Janire no se repitan, al incidir en que «supone la pérdida del empleo cuando el daño ya está hecho». Por ello, demandan a las instancias pertinentes que pongan en marcha iniciativas para detectar a las empresas que discriminan y sancionarlas.

En el caso de Abrasivos Texajax, el sindicato destacó el ejemplo dado por la trabajadora. «No ha sido un camino fácil –resaltaron–, pero a través de la lucha hemos mostrado capacidad de hacer frente a esta situación». Tampoco se olvidaron de mencionar la implicación del movimiento feminista de Zornotza, que arropó a la afectada y difundió su caso. «Demostramos una vez más que las alianzas entre el sindicalismo y el movimiento feminista son imprescindibles en la lucha contra el patriarcado», manifestaron.

La trabajadora afectada quiso agradecer a LAB y al movimiento feminista de Zornotza por el respaldo que le han dado. «En lugar de quedarme callada y de brazos cruzados ante lo que me habían hecho, me animaron a seguir adelante mostrándome todo su apoyo», explicó.

«Si nos quieren solas y aisladas, tenemos claro cuál es el camino: reunirse, tejer redes de relaciones y complicidades y luchar», añadió. También quiso animar a todas las mujeres que estén sufriendo situaciones similares a que denuncien y luchen por defender su puesto de trabajo, «no es un camino fácil, pero menos fácil es quedarse de brazos cruzados viendo como nos discriminan y nos roban nuestros derechos».

El sindicato pone en marcha en Iruñerria una iniciativa contra los abusos laborales

En colaboración con sus simpatizantes, afiliadas y afiliados, LAB ha puesto en marcha en Iruñerria «Piztu Alarma» (Activa la alarma), una «herramienta activista» para hacer frente a los abusos que pueden darse en los centros de trabajo. En torno a esta herramienta se están creando grupos de apoyo, según informó la central en un comunicado del que se hizo eco Efe, en el que indicó que, para ahondar en ello, se van a realizar trece reuniones abiertas en otros tantos lugares de la comarca.

Concretamente, la comunidad solidaria que se está creando en torno a “Piztu Alarma” tiene como finalidad detectar las vulneraciones de derechos y los abusos de poder en contra de los sectores más débiles y de los que suelen quedar fuera del movimiento obrero, para así denunciar abusos y arropar a los trabajadores.

El sindicato precisó que esta idea no es nueva, puesto que tiene como referente en la iniciativa “Alarma Soziala”, puesta en marcha en Ipar Euskal Herria en contra de la aplicación de las reformas neoliberales. GARA