«Puedo entender una decisión así, cuando uno se presenta con un proyecto político con un nombre que finalmente termina por abandonar esas ideas iniciales y termina convirtiéndose en aquello que criticaba», ha señalado a Efe.
Según ha añadido, esto «merece una reflexión profunda» de «cuáles eran los principios y los objetivos políticos» que llevaron a Podemos al Parlamento, ya que «los partidos no dejan de ser una herramienta necesaria» para la consecución de esos objetivos.
«Cuando esos objetivos quedan relegados a otros intereses, a veces personalistas, y renuncian a su democracia interna y a esas ideas iniciales de venir a cambiarlo todo, uno tiene que hacer esa necesaria reflexión conjunta y colectiva de hacia dónde queremos caminar», ha apuntado.
Sin embargo, ha aseverado que «los objetivos que impulsaron a Podemos con fuerza siguen estando vigentes y que hay que seguir defendiéndolos».