Quien haya votado a favor de los Presupuestos Generales del Estado del Gobierno de Mariano Rajoy no podrá decir que lo ha hecho en nombre de «la agenda vasca», porque el Parlamento de Gasteiz ya dejó claro el 12 de abril que ese apoyo no podía darse en nombre de la mayoría institucional de la CAV, y ayer –al día siguiente de la aprobación de las Cuentas del PP con el apoyo de Ciudadanos, UPN y PNV– reiteró su oposición.

A propuesta de EH Bildu, y a través de una enmienda acordada con Elkarrekin Podemos y el PSE, la Cámara autonómica rechazó los «PGE 2018 porque suponen una agresión al estado de bienestar y un grave perjuicio para la ciudadanía tanto de Euskadi como del conjunto del Estado». Según lo aprobado, las Cuentas «consolidan la desigualdad y la brecha social, no revierten las reformas que han provocado el empobrecimiento de gran parte de la población y renuncian a impulsar medidas que garanticen la calidad en el empleo, el blindaje de los servicios públicos y derechos sociales, así como a un nuevo modelo económico».

A su vez, el Parlamento de Gasteiz critica que «entre muchas otras cuestiones», esos presupuestos consolidan «la escasez de recursos para luchar contra la violencia machista, para las prestaciones de desempleo, la atención de las personas dependientes, o la inexistencia de fondos para la memoria histórica». En cuanto a las pensiones, se denuncia «la subida del IPC a dos años, sin que se indexe de forma automática y permanente, sin recuperar la pérdida de poder adquisitivo de años pasados, y dejando por debajo del umbral de la pobreza a miles de pensionistas».

Repaso de Miren Larrion

La defensa de la propuesta de EH Bildu corrió a cargo de Miren Larrion que, además del evidente incumplimiento de la palabra del PNV sobre el 155, hizo un repaso técnico de los objetivos que el Gobierno de Iñigo Urkullu se ha marcado para esta legislatura, y sostuvo que con lo aprobado la víspera en el Congreso no se avanzaba nada ni en garantía del Estado del Bienestar, ni en infraestructuras sanitarias, ni en política científica e investigadora, ni en mejora del transporte ferroviario, ni en materia de puertos y aeropuertos, ni en impulsar una economía competitiva baja en carbono, ni otras materias.

Larrion sostuvo que la aprobación de los PGE tampoco sirve para avanzar en convivencia y derechos humanos, recordando que UPN se ha jactado de haber alcanzado un acuerdo escrito con Mariano Rajoy para no crear el grupo de trabajo propuesto por los lehendakaris Iñigo Urkullu y Uxue Barkos sobre política penitenciaria.

La parlamentaria de EH Bildu ironizó sobre que la mejor manera que el PNV dice haber encontrado para evitar las políticas del PP y de Ciudadanos de negar las transferencias de las competencias pendientes y combatir sus actuaciones contra el derecho a decidir (incluido el 155) sea «votar con el PP y Ciudadanos para que se desarrollen esas políticas». «Esto requiere un máster en metafísica que ni el de Cienfuentes», apostilló.

Miren Larrion reprochó al PNV que las inversiones pactadas «son humo», porque recordó que –como desveló GARA el 10 de abril– de 399,87 millones comprometidos en el pacto sobre los Presupuestos de 2017 para inversiones en la CAV, apenas se han ejecutado poco más de la mitad.

El parlamentario de Elkarrekin Podemos Jon Hernández, abundó en su intervención en el carácter antisocial de los presupuesto, que a su entender debiera haber sido suficiente para que el PNV votara en su contra, independientemente del 155.

Desde la bancada del PSE –socio de gobierno del PNV– se incidió más en el enfrentamiento con el PP, pasando por alto los reproches a lo jeltzales. Su parlamentaria Susana Corcuera les afeó que se metan «en jardines», como el del 155, de los que «salen trasquilados»

Justificación de Joseba Egibar

El encargado de defender el voto favorable del PNV a los PGE fue su portavoz en la Cámara, Joseba Egibar, que mantenía el lazo amarillo en la solapa que lleva desde hace semanas en sus intervenciones parlamentarias. Egibar hizo «autocrítica» aceptando que «no hemos cumplido la palabra dada. Nos comprometimos nosotros mismos a no aprobar los presupuestos si no se desactivaba el 155». Reconoció que no han tenido suficiente fuerza para conseguirlo, lo que atribuyó a que tenían voluntad pero que quizá sobrevaloraron su capacidad para hacerlo.

En todo caso, Egibar sostuvo que hay razones para justificar este incumplimiento de la palabra dada, y expuso la subida de las pensiones y las inversiones logradas. El portavoz del PNV apuntó que va a proponer a su partido que se lleve a las instituciones, desde las locales hasta las autonómicas, los proyectos que en cada caso se impulsará con lo pactado con el PP.

La parlamentaria de EH Bildu, Miren Larrion, le respondió que también deberían exponer al mismo tiempo las propuestas recogidas en sus programas y que, por el contrario, no han podido conseguir. Le recordó que al Gobierno español le corresponde hacer inversiones en la CAV, como las hace en otras comunidades. Insistió en que además las cuentas no son creíbles, porque no se van a dar los ingresos y cumplir los gastos.

Dirigentes jeltzales hacen un despliegue en los medios

Los dirigentes del PNV evidenciaron que necesitaban dar explicaciones después de votar a favor de los Presupuestos de Mariano Rajoy con el 155 en vigor –y además de forma ilegal– después de tantas promesas de que nunca lo harían. La misma noche del miércoles el portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, estuvo en la Cadena Ser, y al miembro del EBB Koldo Mediavilla lo entrevistaron en Radio Euskadi. La cadena pública vasca de radio insistió por la mañana. El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, visitó Radio Euskadi, y Aitor Esteban, Euskadi Irratia. Ortuzar dejó EiTB pasadas las 9.30 de la mañana camino de Antena 3, donde a las 10.00 tenía una nueva entrevista con Susana Griso. Y luego, vuelta a EiTB, para estar en el programa «En Jake» a partir del mediodía. Aitor Esteban pasó de Euskadi Irratia a Onda Vasca. Entre tanto, el senador Jokin Bildarratz atendió a los micrófonos de Onda Cero.

El tono general de las intervenciones fue la de justificar la evidencia de que el PNV no había cumplido la palabra dada de no negociar los PGE mientras se siguiera usurpando la autonomía de Catalunya a través del 155. El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, aseguró en Radio Euskadi que tiene «la conciencia tranquila» porque es «lo mejor para Euskadi y también para Cataluña». «Quien tenga otra alternativa que me la diga», desafió.

Según su opinión, «sin presupuestos, el 155 iba a estar para muchísimos meses y ahora creemos que va a estar para poco tiempo». En este sentido, afirmó que tiene «el convencimiento» de que tanto «la parte catalana» como Mariano Rajoy «quieren levantarlo». Mientras Ortuzar hacía estas declaraciones, la Policía española desplegaba centenares de agentes en Catalunya para llevar a cabo una enorme redada por un supuesto desvío de fondos.

El presidente del EBB reiteró su oposición al 155, pero apuntó que no van a ser «rehenes estériles de un planteamiento que, con el tiempo, ha ido cambiando por sus propios protagonistas».GARA

JxCat critica duramente el apoyo del PNV a los Presupuestos

«Recordaremos siempre que los (malos) gestores actuales del PNV eligieron monarquía española y dar la espalda a la Catalunya republicana». El diputado de JxCat Francesc de Dalmases criticó con dureza el sí de los jeltzales a los Presupuestos Generales del Estado. No fue el único. Aunque portavoces del PNV han esgrimido el aval de las fuerzas catalanas a su giro de última hora, lo cierto es que varios diputados de la formación de Carles Puigdemont se mostraron muy críticos con la decisión jeltzale.

La también parlamentaria Aurora Madaula, por ejemplo, siguió la senda de Dalmases: «Esta decisión contradice y pone de manifiesto que nos habéis engañado y habéis elegido España y su monarquía autoritaria por delante de Catalunya y la democracia. Represión ante libertad. Ez engainatu, mesedez». Más desengañada, la diputada Gemma Geis apuntó en Twitter: «Ninguna sorpresa en la decisión del PNV. A estas alturas de la película, sorpresas e ingenuidades, pocas».GARA