«Animamos a participar a todos los ciudadanos que quieran defender sus derechos y la igualdad de oportunidades"» ha dicho Javier Esparza, UPN, al término de la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento, y ha acusado al Gobierno de hacer «una campaña repleta de difamaciones faltando al respeto de miles de ciudadanos».
Ana Beltrán, PP, ha animado a «una asistencia masiva» a la manifestación por parte de «todos los navarros que creen en la libertad lingüística y están en contar de la imposición de euskera de este Gobierno en la educación, en los medios de comunicación, en las empresas y en los puestos de acceso a la administración».
También el PSN estará en la movilización, según ha reiterado su secretaria general, María Chivite, quien ha subrayado que su partido «no comparte» la política lingüística de «imposición» del gabinete de Uxue Barkos.
Unos argumentos que ha rechazo el portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, quien ha defendido «la libre expresión y el derecho de manifestación, aunque también es verdad que no todos los que apoyan esa manifestación los han respetado a lo largo de la historia».
Y ha reiterado que esta es una manifestación «antinavarra porque va en contra de una de las lenguas, identitaria porque se nota la querencia por definir Navarra de una manera cuando es una comunidad muy diversa y plural, y castellanista porque va en contar de un idioma propio y muy a favor del otro».
«Todo el respeto» pero «no hay ningún motivo para ir en contra de la política lingüística, se basan en mentiras y falsedades», ha asegurado, y recordado que el año pasado hubo otra manifestación por los símbolos y si el próximo se convocada una nueva movilización será «porque el Gobierno del cambio sigue».
En esta misma línea, Adolfo Araiz, de EH Bildu, ha subrayado que, sin contar los docentes del modelo D, solo 148 empleados públicos de casi 23.000 tienen plaza con requisito de euskara , por lo tanto la «discriminación» la sufren los ciudadanos navarros euskaldunes.
«Todo el mundo tiene derecho a manifestarse, faltaría mas» pero en este caso hablar de «imposición» es «falso» es «una excusa», ha asegurado, y ha añadido que «hay un objetivo político por parte de las fuerzas del viejo régimen para demostrar que están vivas».
También Laura Pérez, de Podemos, ha discrepado de los argumentos para la convocatoria y «lamentado» que el PSN le dé su apoyo cuando en 1980 «abogó por la oficialidad» y el euskara no debe ser elemento de confrontación sino de «paz y convivencia».
Por último, Marisa de Simón, de I-E, ha destacado que su coalición «no apoya ni participará» en esta movilización «porque no tiene que ver con el euskera sino con UPN, la derecha y el bipartidismo que han demostrado que no pueden hacer oposición y se dedican a convocatorias de este tipo» cuando el Parlamento «no ha aprobado ninguna modificación de la Ley del Euskera ni regulación que lo imponga para el acceso a las administraciones».