Vecinos de Altsasu, Sakana, Nafarroa e incluso de otros lugares se han dado cita en Altsasu para mostrar su enfado tras la condena a entre dos y trece años de prisión que la Audiencia Nacional española ha impuesto a ocho jóvenes de la localidad por la trifulca en la que estuvieron implicados dos guardias civiles y sus parejas.
La protesta, convocada en un principio como concentración, ha adoptado finalmente forma de una manifestación que ha recorrido las calles de la localidad tras una pancarta en la que se leía ‘Altsasukoak Aske. Stop montajes policiales’.
En el transcurso de la manifestación, las reivindicaciones en favor de la libertad de los jóvenes han sido una constante.
Antes de arrancar la movilización, Bel Pozueta, una de las madres de Altsasu, se ha dirigido a los congregados para agradecer el apoyo recibido, pero ha advertido de que «os necesitamos más que nunca».
Ha subrayado que intuían que lo que venía de la Audiencia Nacional «iba a ser duro», «les veíamos con las ganas», y finalmente así ha sido.
Pozueta ha enmarcado la condena en una «lógica vengativa y de generar daño». «Quieren acabar con el futuro de nuestros hijos e hijas y quieren acabar con un pueblo», ha indicado, aunque acto seguido, ha remarcado que «no lo van a conseguir» porque «hay mucha energía, mucha fuerza».
En ese sentido, avanzado que van a seguir movilizándose y denunciando el caso porque el Estado español «no es para nada democrático».
También en otros puntos
La nutrida movilización de Altsasu ha tenido su réplica en numerosos puntos de Euskal Herria como Bilbo, Donostia, Iruñea, Zaldibia, Arrasate, Zornotza, Gernika, Basauri, Artziniega, Lasarte-Oria, Mungia, Irunberri, Zarautz o Villabona, entre otros.
En la rueda de prensa que han llevado a cabo en Iruñea para valorar la sentencia, las familias de los jóvenes de Altsasu han convocado a una gran manifestación el próximo 16 de junio en la capital navarra.