Arnaitz GORRITI

Jugará en LEB «para tomar impulso y volver a la ACB»

El club quiere los 1,6 millones del Fondo de Descensos para la «rémora» de la deuda y negociar el resto.

Habló lo que queda del Consejo de Bilbao Basket, casi un mes después de constatarse el descenso deportivo de la Liga ACB y con un barullo de rumores que contemplaban entre las soluciones más cándidas a las más apocalípticas. Al final, la realidad dejó un resultado volvió a superar a la ficción y se resume en «convertir el descenso a la LEB Oro en una oportunidad para quitarnos la rémora de la deuda de una vez y regresar cuanto antes a la Liga ACB», en palabras de Carlos del Campo, tesorero del club bilbaino, y encargado, junto con Koldo Mauraza, de lidiar con una platea mucho menos condescendiente.

«Estando en LEB, si cerramos un presupuesto de 1,2 millones, tenemos la oportunidad y el deber de conseguir un convenio con acreedores para quitarnos la deuda de una vez por todas. O llegamos a un acuerdo con el dinero que nos dará la ACB, o cerramos el chiringuito. Queremos dar este paso atrás para tomar impulso y volver a la Liga ACB a medio plazo. En un año, si es posible», afirmaron.

Cobrar el Fondo de Descensos

El llamado del Consejo no solo aludía a la prensa, sino también a los abonados y aficionados del club, que respondieron y desde minutos antes de las 19.00 se arremolinaban en distintos corros para ver «qué tal se respiraba». De hecho, la sala de prensa del Bilbao Arena se fue nutriendo hasta quedarse definitivamente pequeña.

Porque todo eran dudas, y hasta que Koldo Mauraza –flaqueado por buena parte del Consejo, con la llegada casi salvadora de Carlos del Campo un poco más tarde– no tomó la palabra, sito en el centro de la mesa ubicada sobre la tarima, todo lo concerniente a Bilbao Basket era nebuloso. Y en honor a la verdad, no lo tuvo mucho más claro al final de más de una hora de reunión, con momentos semejantes a la Torre de Babel, por mucho que se cerrara con una ovación al Consejo.

En cuatro años desde la marcha de Gorka Arrinda, el Consejo acreditó que apenas ha podido saldar su deuda, ya que todavía debe 6 millones, aunque solo 1,5 a corto, después de que en el ejercicio 2013/14 debiera casi todo el montante a corto. El clavo ardiendo al que los mandatarios bilbainos se agarraron fueron los 1,6 millones de euros por el Fondo de Ascensos, ya que la idea principal es emplear ese dinero para quitarse la «rémora» de la deuda. ¿Cómo quitarse 6 millones con 1,6? Más bien, renegociando los 2,8 millones que se le debe a Hacienda y empleando los 1,6 de marras para saldar el resto de deudas, lo que implicaría unas quitas espectaculares.

Pero primero habrá que ver el montante que percibirá de la ACB –más aún que la opción de recibir ese dinero de forma fraccionada–. «Depende de las deudas del club con jugadores, entrenadores y la ACB», dijo Del Campo. Es decir, que una vez saldada la deuda con los mencionados, entonces recibirá el dinero correspondiente. «Tal vez recibamos menos, pero también deberemos menos», aclararon. El problema es que hay acreedores para dar y tomar.

«Esto es un sinvivir», reconoció Carlos del Campo. Afirmó que el club «ingresa 3,5 millones de euros sin tener un patrocinador fuerte –con todo RetaBET se ha comprometido a seguir patrocinando al club en la LEB, aunque pagando menos–. Si no tuviésemos deuda, con estos ingresos podríamos mantenernos bien en la ACB», dijo.

Pero ahora «no podemos jugar ACB ni aunque nos lo pidieran», acabó diciendo. Por ende, la última bala es hacer un equipo en LEB –el 6 de julio es la fecha límite para inscribirlo–, y que no haya una sangría de abonados. «Este club es de sus socios y abonados. Y al descender a la LEB, los abonos tomarán un peso específico mayor a la hora de cerrar el presupuesto. Si 5.000 abonados pagaran una media de 200 euros, con eso cerraríamos un presupuesto alto para la categoría». Es lo que hay.