Rusia, impulsada por el fulgor de Aleksandr Golovin y Denis Cheryshev, ha inaugurado su Mundial 2018 como ansiaba y como pocos creían en el país, no por el triunfo, esperado, sino por la claridad de la victoria (5-0) que ha logrado ante una endeble Arabia Saudí, muy permeable atrás e ineficaz en ataque.
De nada le ha valido al equipo de Juan Antonio Pizzi tratar de manejar el balón, de adueñarse de la mayor posesión posible e incluso de llegar de forma esporádica a las inmediaciones del área de Igor Akinfeev. Rusia, sin hacer nada del otro mundo, tan solo con los destellos de Yuri Gazinsky y por Denis Cheryshev, jugador del Vila-real, que ha relevado al lesionado Alan Dzagoev, ha resuelto el trámite sin mayores problemas antes del intermedio.
Habían pasado tan solo doce minutos y el partido se le ponía de cara a Rusia. Un centro medido ha permitido a Yuri Gazinsky, completamente solo tras la caida de un zaguero saudí, inaugurar el Mundial 2018 con un preciso testarazo al que no ha podido responder Abdullah Al-Mamuaiouf.
La salida de Cheryshev ha dinamizado las contras de los anfitriones. El zurdo formado en la cantera del Real Madrid ha exhibido su clase y rapidez por la izquierda, y Golovin, con más libertad, ha sido una pesadilla para Arabia Saudí, cuyas pérdidas en la medular han sido un auténtico regalo para sus rivales.
Una de esas acciones ha acabado, poco antes del descanso, con balón a Cheryshev a la izquierda del área saudí. El extremo del Villarreal ha driblado a dos oponentes de forma simultánea con un recorte pleno de clase al elevar el balón de forma sutil y ha fusilado al portero de la selección asiática.
Los 'halcones verdes del desierto' han respondido a la vuelta del descanso con un par de aproximaciones peligrosas, pero su falta de pegada ha sido absoluta y lo ha pagado de nuevo.
Golovin ha vuelto a fabricar otro envío al área que ha aprovechado, con otro testarazo, Artem Dzyuba, que acababa de reemplazar a Smolov, para cerrar el encuentro inaugural de forma plácida y esperanzadora para la hinchada de Rusia, que ha tenido la fortuna de vivir otros dos magníficos tantos en la prolongación de Cheryshev y Golovin.