Dotar a la eurozona de mecanismos «eficientes y soberanos», en palabras del líder francés, para afrontar futuras crisis y dar respuestas «consensuadas» para lograr «reducir la inmigración ilegal sin negar el derecho de asilo», según Merkel, son los grandes desafíos de la UE, han coincidido.
Meses después de que Macron lanzara su apuesta por la reforma de la zona euro, se ha alcanzado una «buena solución», ha anunciado Merkel al término de la cumbre intergubernamental celebrada en el palacio de Meseberg, en las afueras de Berlín.
Merkel, inicialmente reacia a toda propuesta que sugiriese mancomunar deudas ajenas, defenderá así junto a Macron la implantación de un presupuesto común para el bloque y la creación de un fondo europeo a imagen del FMI.
Problemas de liquidez
Será un presupuesto propio para la eurozona, que se implantará a partir de 2021 y destinado a avanzar hacia la convergencia de los Estados miembros, mientras que con el fondo europeo se pretende crear un «instrumento extra» para afrontar futuros problemas de liquidez.
Los detalles tardarán aún en concretarse, puesto que no se trata de que «nuestros dos países impongan nada», sino que es un «borrador» destinado a «tomar forma a través del consenso con los otros Estados miembros».
«Reforzar las fronteras exteriores»
Respecto al objetivo de consensuar una política migratoria, Macron ha remarcado que «no es algo que haya surgido la semana pasada», en alusión a la situación creada por la flotilla del Aquarius.
«Tenemos que reforzar las fronteras exteriores de la UE», ha señalado Merkel, quien ha anunciado el propósito de aumentar en 10.000 efectivos la dotación de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), mientras Macron incidía en la necesidad de «revisar» el sistema de Dublín, según el cual el país por el que un refugiado entra en la UE debe gestionar su petición de asilo.