«No os quedéis callados porque, si lo hacéis, les estáis dejando ganar a ellos», recoge la misiva, que ha adelantado el programa. Son las primeras palabras de la joven madrileña que, desde que se diera a conocer el caso, guardaba silencio.
«Gracias por no dejarme estar sola, por creerme hermanas», ha destacado la víctima en una carta leída por Ana Rosa Quintana en su programa, en la que ha continuado dando gracias a todo el mundo que ha hablado de ella «un segundo para repudiar lo ocurrido».
«No os quedéis callados porque si lo hacéis les estáis dejando ganar», ha argumentado la joven que ha destacado que de una situación como la de ella «se puede salir».
Se ha dado por satisfecha si gracias a su caso se han «removido conciencias» o ha dado «fuerzas» a otras personas.
Por ello, ha pedido a otras víctimas a que cuenten su caso, ya sea a un familiar, un amigo o a través de un tuit; «Contadlo», ha enfatizado.
La joven ha asegurado que «nadie tiene que pasar por esto, lamentarse de beber, de hablar con gente en una fiesta, de ir sola a casa o de llevar una minifalda».
Además, ha pedido «no bromear con una violación» al igual que no se hace con las enfermedades porque es «indecente».
En la carta, encabezada con la frase «De víctima a superviviente y de ahí a mujer valiente», la joven también dice que «lo mejor y peor de la vida hay que compartirlo».
«No soy la chica de Sanfermines, soy la hija, nieta, amiga», ha enfatizado la joven, que ha advertido que se piense antes de hablar de ella porque puede ser la chica que está sentada al lado nuestro.
Y ha insistido en dar las gracias a su familia y amigos, al igual que a asociaciones, personas de la calle, personalidades políticas, famosos, periodistas que le hayan respetado y, en general, a todo el que se haya preocupado por ella, la víctima.
Esta carta llega unos días después de que los cinco condenados por la Audiencia de Nafarroa a nueve años de cárcel por un delito de abuso sexual con prevalimiento contra la joven quedaran en libertad a la espera de la sentencia firme. Tienen prohibido entrar en la Comunidad de Madrid, donde reside la víctima.
En el auto de la Sección Segunda de la Audiencia de Nafarroa en la que ordenaba su puesta en libertad, también se establecía como obligación para los condenados comparecer todos los lunes, miércoles y viernes ante el juzgado de guardia de su residencia y cuantas veces fueren llamados por la Audiencia de Nafarroa, así como comunicar cualquier cambio de domicilio o teléfono.