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LA VALETA

La suerte del Lifeline, metáfora de una UE presa de la insolidaridad

Tras el acuerdo de reubicación firmado ayer por ocho estados de la Unión Europea (UE) para acoger a los 233 refugiados y migrantes a bordo del barco humanitario Lifeline –varado durante seis días aguas internacionales y que ha puesto de nuevo de manifiesto la incapacidad de responder a la crisis migratoria por una Unión secuestrada por la insolidaridad– las autoridades de Malta dieron permiso para el atraque en uno de sus puertos.

Malta acogió ayer en el puerto de La Valeta al barco de la ONG alemana Lifeline, que llevaba seis días varado en el Mediterráneo con 233 refugiados y migrantes a bordo, gracias a un acuerdo de reubicación firmado por ocho países de la Unión Europea (UE). La nave, que había sido autorizada a entrar en aguas maltesas para protegerse del viento, atracó finalmente en el puerto de la capital.

Antes, durante los últimos seis días se había evidenciado de nuevo la incapacidad del bloque, preso de la insolidaridad, de encontrar una solución a la crisis migratoria, pasándose la pelota de la acogida de unos a otros y con una actitud agresiva hacia las ONG que acuden a socorrer a los refugiados y migrantes en el Mediterráneo.

El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, anunció finalmente que permitiría a la nave atracar en puertos malteses tras el acuerdo firmado por su país, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Estado francés, Bélgica y Países Bajos.

El pacto contempla que estos Estados miembros de la UE se repartirán los refugiados que haya a bordo, mientras que «no serán acogidos aquellos que no cumplan los requisitos para la solicitud de asilo». Los que sean refugiados «serán protegidos por los estados miembros», señaló.

Muscat indicó, además, que la nave será inmovilizada y se dará inicio a una investigación para comprobar si ha cometido irregularidades, primero en relación a la bandera neerlandesa que lleva, y que según Países Bajos no tiene permiso para portar y, segundo, para dilucidar si el capitán del barco actuó correctamente al dar la orden de salvar a estas personas en el mar, a pesar de que la Guardia Costera italiana les pidió que no intervinieran porque se iban a encargar los guardacostas libios. Muscat consideró que el capitán «actuó contra las reglas de derecho internacional» y le responsabilizó de la situación que ha vivido el Lifeline.

Roma y París acusaron a la ONG Mission Lifeline de hacer el juego a los traficantes de personas al haberse negado a obedecer la orden de entregar a las personas rescatadas a los guardacostas de Libia, país del que zarparon. La ONG asegura que hacerlo hubiera sido contravenir la Convención de Ginebra sobre refugiados y, por lo tanto, una acción «criminal», al constituir una «violación del principio de no devolución».

En pleno repunte de la crisis migratoria, los líderes de la UE tienen previsto apoyar en la cumbre del Consejo Europeo que arranca hoy la creación de «plataformas de desembarco» de refugiados y migrantes en el extranjero y dar luz verde a los pactos bilaterales entre estados miembros que eviten que los inmigrantes se muevan por la UE para solicitar el asilo donde más les interesa. Son dos de las medidas que menciona el borrador de conclusiones de la cumbre, aunque algunas organizaciones humanitarias, como Human Rights Watch, han alertado del riesgo de crear centros cerrados en el extranjero donde se procesen las solicitudes de asilo de los inmigrantes y estos puedan permanecer durante largos periodos, sin garantías legales.

 

Una jueza ordena reunir a las familias separadas por Trump

Un tribunal de San Diego dictaminó el martes que los agentes de Inmigración del país no pueden separar a las familias que llegan de forma irregular a la frontera sur del país y ordenó a las autoridades su reunificación, denunciando la política migratoria de «tolerancia cero».

Según la decisión de la jueza Dana Sabraw, a menos que presenten un peligro para sus hijos, los padres deben reunirse con ellos antes de 14 días si son menores de cinco años y antes de 30 en los demás casos. El auto, que resuelve la demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) insta al Gobierno federal a «lidiar con las circunstancias caóticas que ha creado».

La semana pasada Trump promulgó una orden ejecutiva para frenar la separación de las familias, pero el Gobierno aún debe reunificar a unos 2.000 menores con sus progenitores. Antes del veredicto, el Gobierno instó a la jueza a no fallar a favor de la reunificación dado que la orden de Trump aborda la cuestión en gran medida y cumple con dicho objetivo.GARA