El PSE, socio del equipo de Gobierno del PNV, se ha sumado a las cuatro proposiciones sobre el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) presentadas por Goazen, EH Bildu, Udalberri y PP, para votar afirmativamente a un texto que plantea la inclusión en los pliegos de condiciones de la subrogación de los trabajadores, un precio hora suficiente para cubrir los costes derivados de las condiciones laborales fijadas en el convenio colectivo sectorial, que se limite el beneficio de las empresas, dotación presupuestaria suficiente para garantizar el empleo y las condiciones laborales, y evaluar la prestación integral del servicio periódicamente.

Así mismo, se insta a Eudel a que exija a las empresas a negociar un convenio colectivo sectorial, al objeto de garantizar una mejora de las condiciones laborales de las trabajadoras.

En su intervención, la edil de EH Bildu Izaskun Guarrotxena ha denunciado que las personas que trabajan en el SAD «tienen que llevar a cabo las mismas funciones en menos horas» y ha asegurado que la percepción general es que la actual cobertura a las personas que precisan del SAD es «insuficiente», pues las horas diarias/semanales asignadas a cada persona usuaria «no son suficientes».

En ese sentido, se ha preguntado «cómo es posible que, siendo un servicio social público de tamaña importancia, se abandone a las prestatarias del servicio a la suerte de empresas privadas».

Por su parte, el concejal del PP Oscar Fernández Monroy, que ha recordado que sus propuestas responden a la iniciativa de los sindicatos ELA, LAB, UGT y USO, ha dicho que «si coincidimos en que este servicio es importante para nuestros mayores, también es importante que se preste en las mejores condiciones», por lo que tienen que existir unas condiciones para las trabajadoras «dignas».

En su intervención, el portavoz de Goazen, Francisco Samir Lahdou, ha manifestado que el SAD es un sector feminizado y también precarizado en el que «quienes más salen beneficiadas son las empresas, a costa de recortar horas de asistencia y del salario de sus empleadas»

La edil de Udalberri Amaia Arenal ha considerado necesario «hacer un cambio de paradigma y que los mercados dejen de estar en el centro de la organización social, para que seamos las personas las que estemos en el centro, lo que implica que desde las instituciones se apueste por los sectores destinados a los cuidados para que, de una vez por todas, estos trabajos sean empleos de calidad».

Diferencias entre PNV y PSE

La responsable del área de Salud y Consumo, la edil del PSE Yolanda Díaz, ha manifestado su «total apoyo» al Servicio de Ayuda a Domicilio, y a sus trabajadoras, y ha destacado que el SAD «es fundamental en el cuidado de las personas dependientes, que también son las más frágiles y desprotegidas», por lo que ha señalado la necesidad de «conseguir que sea un servicio atractivo para los usuarios y lograr así, que no prefieran recurrir a la prestación económica o a contrataciones particulares».

Díez ha señalado que «tenemos un Sistema de Protección Social sólido y de calidad, reconocido y envidiado por otras autonomías, y el Servicio de Ayuda a Domicilio es un soporte importante, que atiende y ayuda a personas que necesitan una ayuda profesional», para añadir que considera necesario que «quien presta ese servicio, tenga sus derechos laborales garantizados, continuidad en el trabajo, formación adecuada y suficiente, y seguridad».

Para la responsable de salud y Consumo, «el camino es mejorar, evaluar e innovar un servicio con un potencial de clientes en nuestra ciudad importante» porque «la auténtica riqueza de una sociedad es la que mide el bienestar de los ciudadanos».

En su respuesta a los grupos, el concejal de Acción Social, Iñigo Pombo, ha dicho que «todos estamos de acuerdo en potenciar el SAD y en que es un buen servicio y que la profesionalidad de las personas que trabajan en este servicio está por encima de todo».

No obstante, ha justificado la abstención del PNV porque los puntos recogidos en la iniciativa de la oposición «son más formales que otra cosa». Así, ha defendido que aspectos como la subrogación y las condiciones laborales «deben estar recogidas en el convenio, no en el pliego de condiciones».

Pombo ha destacado que Bilbo tiene contratadas 526.000 horas de servicio, frente a las 473.000 de 2017, por lo que «hay margen para pensar que nadie va a sufrir merma en sus condiciones laborales». «Desde que está este equipo de gobierno, no se ha disminuido el número de horas de servicios, sino que se ha incrementado», ha destacado, para señalar que el Ayuntamiento «está pagando la hora a 28,40 euros», frente a los 21 euros de Donostia, los 20 de Araba o los 13,49 de Madrid.