En Errenteria la red ciudadana Sare ha ido creciendo gracias al compromiso de personas que, dejando a un lado su ideología, han mostrado su adhesión a la dinámica en favor de la excarcelación de las personas gravemente enfermas. No obstante, Aitzol Gogorza y Mikel Arrieta continúan en prisión.
Este sábado sus vecinas y vecinos han salido a la calle en una movilización especial aunando reivindicación y fiesta. Formando entre todos el lema ‘Giza eskubideak, konponbidea, bakea’ y un corazón, han animado a la gente a ser latido en el camino de la resolución y de esta forma terminar con la injusticia que padecen Gogorza, Arrieta, los demás presos con graves enfermedades y sus familias y amigos.
La cita era a las 12.00, en tres puntos diferentes. Las vecinas y vecinos de Zamalbide, Lartzabal, Fanderia, Gabierrota, Agustinak y Centro se han reunido en el Arenal, donde, amenizados por trikitilaris, han tomado café y han realizado manualidades, sobre todo con corazones y mensajes para Gogorza y Arrieta.
La gente de Capuchinos, Olibet-Ugarritze, Iztieta y Alaberga se ha citado en la plaza de Alaberga, y la de Beraun, Igantzi, Galtzaraborda, Gaztaño y Pontika en la plaza de este último barrio.
La primera columna llevaba el lema ‘Giza eskubideak’, la segunda ‘Konponbidea’ y la tercera ‘Bakea’. Las tres han partido a la vez, cada una con su música y sus corazones, y se han encontrado en la plaza Esmaltería, donde han formado el lema con las tres palabras, junto a un gran corazón. Han defendido el derecho a la salud, que es un derecho básico y universal que les corresponde a todas las personas, estén presas o no.
En el acto han participado personas de distintas ideologías y edades, niñas y niños, jóvenes y mayores. Había muchas familias. Han repasado la vida de Gogorza y Arrieta desde que jugaban en esa misma plaza cuando eran pequeños hasta hoy. Junto a su recorrido, también han hablado del sufrimiento que ha vivido el pueblo, con enfermedades, cárcel y muertes. Han querido terminar mirando hacia delante y llamando a la gente a ser latido en el camino de la resolución.