Los hechos ocurrieron cuando unos sesenta jóvenes que participan en las colonias musicales Gazterock, organizadas por la Diputación de Araba, se solidarizaron con el menor transgénero y saltaron todos a la piscina con sus camisetas puestas, por lo que el socorrista terminó llamando a la Ertzaintza.
Según el relato de algunos familiares de los menores recogido por diversos medios de comunicación, sus compañeros y compañeras quisieron apoyar a este adolescente que está en proceso de adaptación física y que, por pudor, quería bañarse con la camiseta puesta. Las monitoras explicaron la situación al socorrista, pero este no quiso atender a esos argumentos.
La asociación ha tildado este tipo de hechos como «agresiones transfóbicas» y ha reclamado a las instituciones que todo el personal, directo o subcontratado, reciba formación adecuada y útil de cómo se debe tratar a toda la población.
Para Lumagorri, estos hechos «ya de por sí inadmisibles, adquieren una mayor relevancia al ocurrir en un recinto público» y con un socorrista «contratado para dar un servicio público como es el de atender unas piscinas municipales».
Esta asociación aplaude por contra la reacción «ejemplar» que tuvieron los jóvenes y anima a toda la sociedad a «responder ante este tipo de ataques a los derechos humanos y a la dignidad de las personas».
Los niños de un campamento en Salinas de Añana (Álava) se lanzan todos a la piscina con camiseta por solidaridad tras la prohibición del socorrista de que un compañero trans se pudiera bañar con camiseta. El socorrista acabó llamando a la Ertzainza. ¡Bravo por los compañeros! pic.twitter.com/lLRSdq5Pem
— ️Rubén López️ (@rubenlodi) 12 de julio de 2018