Iraia OIARZABAL
ARRASATE
Elkarrizketa
VICENTE ATXA
RECTOR DE MONDRAGON UNIBERTSITATEA

«Hemos contribuido de manera muy importante al desarrollo del modelo cooperativo»

Nacido en Oñati en 1965, Vicente Atxa es rector de Mondragon Unibertsitatea desde 2015. Cursó los estudios de Ingeniería Técnica en Electrónica en la Escuela Politécnica Superior de Arrasate. Tras varios años en el extranjero, en 1993 se incorporó como profesor al Departamento de Electrónica de la Escuela Politécnica Superior de MU.

Entrados ya en julio, la tranquilidad reina en el campus de Arrasate. Aquí charlamos con Vicente Atxa sobre Mondragon Unibertsitatea y sus retos actuales, que liga necesariamente al cooperativismo y las necesidades de la sociedad.

MU no ha sido, por así decirlo, una universidad al uso. Ligada a ramas específicas y con su propia razón de ser ¿cuál es su carta de presentación?

Es una universidad práctica, innovadora y comprometida. Diría que sobre todo estamos comprometidos con el desarrollo de la persona, y me refiero al desarrollo profesional y humano. Siempre hemos estado muy ligados a las necesidades de la sociedad, centrándonos en sus desafíos reales. Está claro que somos una universidad muy pegada a la empresa, está en nuestro ADN. Tratamos de colaborar con las empresas a través de la formación dual, la recualificación de profesionales y la generación de conocimiento.

Desde su surgimiento en 1943 ¿cómo ha evolucionado?

Este año estamos celebrando el 75 aniversario de nuestra primera facultad. Creo que estos años hemos contribuido sin duda alguna al desarrollo del movimiento cooperativo de Mondragon, que sale de la primera promoción de nuestra facultad. Pero también hemos contribuido a mejorar la competitividad de muchísimas empresas de Euskadi, tanto desde el ámbito de la ingeniería como desde la gestión de empresas. Suelo decir con orgullo que aproximadamente una cuarta parte de los profesores y profesoras que están educando a nuestros hijos en euskara se han formado en nuestra universidad. Y también diría que la gastronomía vasca y su posicionamiento internacional no sería el mismo hoy en día si no nos hubiéramos decidido a desarrollar el Basque Culinary Center. Cuando identificamos una necesidad en la sociedad nuestra máxima siempre ha sido formar a los jóvenes.

Ha mencionado la influencia de la universidad en las cooperativas. ¿Y al revés, qué influencia han tenido las cooperativas, su crecimiento y sus crisis, en la universidad?

MU vive la empresa desde dentro. ¿Qué significa eso? Que nuestra formación la orientamos a que pueda ser una formación dual, que nos comprometemos con la recualificación de los profesionales, que el conocimiento que generamos tratamos de que tenga un impacto. A lo largo de la historia, pasa que muchas veces es la universidad la que va tirando de la empresa y otras veces es la empresa la que va tirando de la universidad. En los periodos de crecimiento tratamos de impulsar ese crecimiento en las empresas y en los periodos de crisis nuestra función es seguir apoyando la formación para que a través de esta se superen mejor.

Ingenierías, estudios relacionados con la empresa y carreras de humanidades son sus puntos fuertes, ¿responden a las características de la sociedad vasca?

Los seis ámbitos donde tenemos formación creo que son ámbitos que están muy orientados a las necesidades que tiene la sociedad. Son la ingeniería, la gestión de empresas, la educación, la gastronomía, la comunicación y el emprendimiento. Nos preocupamos mucho de que nuestros grados y masters tengan una buena empleabilidad. Creo que esa orientación a las necesidades de la sociedad nos está dando buenos resultados. Por darle algún dato, la empleabilidad de nuestros egresados en master es del 98% y en algunos casos incluso del 100%. Sí tenemos un reto como sociedad que es el equilibrio del género. Cómo somos capaces de que no haya determinadas carreras que tengan muchísimas más mujeres que hombres y viceversa.

¿Cuáles son las carreras más demandadas?

Nuestra única preocupación en cuanto a numerus clausus es si vemos que no va a haber empleabilidad en alguna de las titulaciones. En ese sentido no diría que hay un grado que repunta respecto a otros. Hoy en día en todos los grados llenamos prácticamente los grupos. Claramente el ámbito tecnológico es un ámbito fuerte, con muchas matriculaciones, que está creciendo… El ámbito de la gestión de empresas también porque tienen buena empleabilidad. En el de la gastronomía estamos incorporando muchos estudiantes de fuera. Y en la comunicación y la educación se siguen completando los grados.

En los últimos años, y usted ya ha dado algunas claves al respecto, se han impulsado aspectos relacionados con la investigación, la formación dual, el emprendimiento y la internacionalización. ¿Cómo funcionan y qué persiguen?

No es casualidad que MU haya reforzado estos tres ámbitos en los últimos años. ¿Por qué? En primer lugar, porque como ya he dicho llevamos el ADN de la empresa en la universidad. Las empresas del País Vasco están compitiendo mundialmente, un elemento indispensable para cualquier sociedad es tener empresas competitivas. Competir mundialmente significa dominar los conocimientos y tecnologías más avanzadas del mundo. Y eso significa investigación. Por lo tanto los últimos años hemos reforzado la investigación excelente con un objetivo claro: que esa investigación luego sea transferida a las empresas para hacerlas más competitivas.

Sobre la internacionalización, vivimos en un entorno cada vez más globalizado y cada vez competimos más. La universidad no puede ser un agente meramente observador de ese proceso de internacionalización. En este sentido, hemos reforzado la movilidad de nuestros estudiantes, queremos ofrecerles a todos una experiencia internacional. No creo que haya muchas universidades que puedan decir que el 50% de sus egresados tienen una experiencia internacional antes de salir. Dentro de esa misma línea tratamos de atraer talento exterior. La demografía de Euskadi lo exige.

El tercer punto es el emprendimiento. Euskadi ha sido y es un país emprendedor. Pero es algo a reforzar continuamente. Por eso hace unos años desarrollamos un grado que capacita a las personas como personas emprendedoras y partir de ello desarrollamos también una red internacional de emprendedores: Mondragon Team Academy. También impulsamos el emprendimiento de forma transversal en todos nuestro grados.

MU lidera la formación dual en Euskadi y en el Estado español. Nosotros empezamos en ello hace 50 años. La formación dual nace en MU y todavía hoy tiene sentido, para que cualquier persona independientemente de su situación económica pueda estudiar con nosotros, porque te da capacidad para financiar tus estudios. Por eso surge inicialmente, pero lo que nos demuestra su desarrollo es que una formación que combina el ámbito académico y el ámbito de la empresa es muchísimo más rica profesional y personalmente. La formación dual está siendo cada vez más valorada en las empresas y no podemos olvidarnos que es la primera vía de empleo para nuestros egresados.

Los estudios online van ganando peso. ¿Cuál es su oferta?

Yo suelo decir que la universidad del futuro no va a ser o presencial o online. La universidad del futuro sin duda alguna va a integrar todas las posibilidades que nos da el mundo digital para mejorar los procesos de aprendizaje. Hay una línea clara de las opciones online para mejorar el aprendizaje en los formatos más presenciales. Hay que reforzarlo y tenemos una estrategia propia para eso.

Por otro lado, creo que el mundo puramente online está muy orientado a la formación de profesionales porque permite apoyarles a que se recualifiquen pudiendo compaginar su trabajo y la formación. Y otro elemento importante: facilita la conciliación. Pero nuestro objetivo no es desarrollar la parte online muy orientada a profesionales. De hecho tenemos oferta de grados en el ámbito de la educación online, con una parte presencial muy baja y con nuestra misma filosofía: impulsando el euskara, siendo el idioma en el que ofertamos esa formación.

Al principio de la entrevista mencionaba la importancia de la formación en el aspecto humano. En este sentido, ¿que función debería cumplir en la sociedad actual el modelo de Mondragon?

La misión de MU es transformar la sociedad. ¿Cuáles son nuestras herramientas? La primera y más potente la formación de jóvenes. La segunda recualificar los profesionales. Y la tercera generar y transferir el conocimiento a las empresas. Esa misión de transformar la sociedad a veces suena como muy utópico. MU ha contribuido de manera muy importante al desarrollo del modelo cooperativo que sin duda alguna ha llegado a transformar la sociedad y este país. Esa transformación de la sociedad tiene que venir de una formación que consiga que nuestros jóvenes sean competentes, como profesionales y como personas.

Formamos parte de una sociedad cambiante y los últimos años han estado marcados por una crisis económica, diferentes luchas sociales… ¿Qué valores cree que cabría inculcar?

MU es una universidad cooperativa, llevamos dentro los valores del cooperativismo: la participación, la cooperación, la innovación continua. Esos valores nos han llevado a donde estamos. Todo es mejorable pero creo que estamos en una buena situación. En los momentos de crisis creo que estos valores que tenemos como universidad cooperativa salen reforzados: la solidaridad, el reparto de la riqueza, el desarrollo sostenible, el compromiso con el futuro. Son necesarios para que este sea un país avanzado.

¿Cómo se siente al frente de la universidad y qué retos afronta en el futuro más próximo?

Siento orgullo y responsabilidad. Todos los años 5.000 jóvenes confían en MU para que les ofrezcamos una experiencia universitaria. Me siento ilusionado también de apoyar a los 8.000 profesionales que vienen a recualificarse y asentar su empleabilidad futura. El primer reto que tenemos es seguir liderando la innovación educativa universitaria. Tenemos que ofrecer experiencias que sean transformadoras de las personas, que saquen lo mejor de cada una de ellas. Segundo reto: contribuir a la competitividad de las empresas de Euskadi. Tercer reto: en este mundo tan globalizado conseguir talento local que tenga experiencia internacional. Este país lo vamos a sacar con los de dentro pero también atrayendo talento exterior. Creo en la máxima de que la educación y la universidad es la primera empresa de un país.