El robo se produjo a las 20.30 de la tarde del domingo, cuando una patrulla de seguridad ciudadana vio en Bilbao La Vieja a dos hombres forcejeando junto a un portal.
Según la Ertzaintza, mientras se aproximaban al lugar donde se encontraban vieron cómo uno de ellos lograba zafarse y salía corriendo del lugar, siendo perseguido por el otro varón, que le calificaba a gritos de «ladrón».
Los ertzainas salieron también en persecución del sospechoso, logrando interceptar su marcha a la altura de la ría; instantes antes de ser retenido, el ladrón arrojó al agua dos teléfonos.
Según confirmararon después, el asaltante había abordado a su víctima cuando accedía al portal de una vivienda, golpeándole y tirándole al suelo, para posteriormente hacerse con el dinero y los dos móviles que portaba.