Miren Sáenz
Donostia

La omnipresente Mercedes Morán

Mercedes Morán participa con cuatro películas. Jagoba MANTEROLA (FOKU)
Mercedes Morán participa con cuatro películas. Jagoba MANTEROLA (FOKU)

Si Isabelle Huppert es la imagen del cartel oficial de este Zinemaldia, el rostro en la pantalla grande está siendo el de Mercedes Morán, que participa hasta en cuatro películas programadas en distintas secciones para esta edición que hace la número 66 y está siendo perfectamente  representada por dos enormes actrices cuya edad ronda esas cifras. La actriz francesa tiene 65 años y la argentina cumplió 63 justo el pasado viernes, cuando el certamen donostiarra levantaba la persiana precisamente con una de sus películas, ‘El amor menos pensado’. Las profesionales de Hollywood llevan años reivindicando papeles protagonistas para mujeres mayores y he aquí dos estajanovistas solicitadas que parecen trabajar sin descanso.  

Mercedes Morán empezó en el teatro. El cine, al que llegó de forma tardía, le salvó de la televisión: «Yo llegué al cine madura. Fue como uno de esos amores de madurez que pegan fuerte. Estaba haciendo un programa de televisión muy exitoso, que fueron dos años de mucha popularidad, pero sentía la necesidad de moverme de ahí. Tuve la fortuna de que en ese momento apareció Lucrecia Martel ofreciéndome un papel en ‘La ciénaga’, un proyecto muy pequeño. Acepté dejando la televisión y desoyendo todos los consejos. ¡Como cuando me casé a los 17 años y me dijeron que estaba loca!. Esa bendita locura es lo que siempre me ha salvado», confiesa.

A partir de entonces se metió de lleno en el mundo del celuloide, en películas grandes y pequeñas, en cintas comerciales o en numerosas óperas primas: «Siempre he sido una gran espectadora, pero como intérprete hay algo que se te revela desde dentro», explica una Morán que se siente muy agradecida de que su teléfono no pare de sonar.  

Los cuatro papeles que le han traído a Donostia, tres de ellos de indudable protagonista, le convierten en la otra cara de Zinemaldia, la que asoma en las pantallas hasta en tres secciones diferentes. Mercedes Morán es la mujer de Ricardo Darín en la comedia ‘El amor menos pensado’, película a concurso que inauguró la Sección Oficial y le convierte en candidata a la Concha de Plata a la mejor actriz; desde pasado mañana también se le podrá ver en Perlak en el filme el 'El Ángel', de Luis Ortega y en Horizontes Latinos hace doblete encabezando el reparto de 'La familia sumergida', de María Alché y del 'Sueño Florianópolis', de Ana Katz, cuyo equipo ha pasado esta mañana por Desayunos Horizontes.

Tanto en ‘La familia sumergida’ como en ‘Sueño Florianópolis’ comparte planos con su hija en la vida real, Manuela Martínez, y eso le gusta. En la película de Ana Katz, Mercedes encarna a Lucrecia, una mujer en pleno proceso de separación, que se va de vacaciones con su marido y sus hijos adolescentes a una de las capitales brasileñas del surf: «Ha sido una aventura muy feliz, una especie de campamento de amigos, pero poder compartir con mi hija uno de estos viajes que siempre hacía sola y luego les contaba en casa me ha hecho doblemente feliz. A mi edad y con mi experiencia he hecho muchas madres distintas, en cada película tengo por lo menos un hijo. Ya ni sé cómo soy como madre en la vida real», bromea.