Imanol CARRILLO

París cambia su famoso eslogan: de la ciudad del amor a la de la rivalidad

El vizcaino Jon Rahm, el más joven del torneo con 23 años, debuta en la Ryder Cup disputando hoy elpartido inaugural haciendo pareja con Justin Rose ante los norteamericanos Brooks Koepka y Tony Finau.

En el mundo del deporte hay acontecimientos que mueven no solo a miles de personas, sino a millones. Al margen del deporte rey, el fútbol, en Estados Unidos se podría citar la Super Bowl, el mayor evento deportivo de Norteamerica, e incluso la NBA, la mejor Liga de baloncesto del mundo. También se podrían mencionar el cricket –en Asia, Australia y Gran Bretaña–, el béisbol o el tenis. Y luego está el golf y su competición más prestigiosa: la Ryder Cup.

Existen varias teorías de cómo surgió la idea del torneo bienal que enfrenta a los 12 mejores jugadores de Estados Unidos contra los otros 12 de Europa. Antes del nacimiento oficial de la Ryder Cup en 1927, hubo dos competiciones no oficiales entre equipos profesionales de Gran Bretaña y los Estados Unidos en 1921 y 1926. A este segundo torneo, celebrado en el East Course del Wentworth Club de Virginia Water en Surrey, asistió entre el público un comerciante de St. Albans, Samuel Ryder. Después de ver los partidos, este señor pensó que sería una buena idea hacer un torneo oficial entre ambos equipos. De esa forma nacía la Ryder Cup.

Si bien ayer se llevó a cabo la ceremonia de inauguración, hoy arranca verdaderamente la 42ª edición, que se desarrollará hasta el domingo. Hoy y mañana se celebrarán cuatro partidos en modalidad fourball por la mañana, y otros cuatro en la modalidad foursomes por la tarde. Ya el domingo se celebrarán los doce partidos individuales. No todos los jugadores tienen que competir obligatoriamente en los dos primeros partidos; el capitán de cada equipo decide quiénes son los ocho que compiten en cada una de las cuatro rondas de esos dos días.

Jon Rahm, el joven debutante

El lugar escogido para esta edición es el Le Golf National, a las afueras de París, cerca del imperial Versalles. Un campo verde que para muchos se sitúa entre los mejores del planeta y en el que se han construido dos lagos nuevos para el torneo.

Los competidores deberán poner más atención a seis de los 18 hoyos. Exactamente al 1, 2, 9, 13, 15 y 18. En este último, en la ronda final del Abierto de Francia de este año el vizcaino Jon Rahm, al igual que su compañero Sergio García, enviaron sus bolas al agua cuando ambos intentaban acceder al play off.

El de Barrika no solo será uno de los ocho debutantes en la Ryder Cup. También es el más joven, con 23 años. De ahí que el novato haya tenido que pagar un peaje. Después de aterrizar en París, debido al desfase horario tras su participación en el Tour Championship de Estados Unidos, Rahm se quedó dormido en calzoncillos mientras se sometía a una sesión de acupuntura. Fue el momento perfecto para que Rory McIlroy le hiciese una foto y la colgase en el grupo de WhatsApp de los jugadores europeos con un mensaje burlón: «Así se ha quedado Jon Rahm tras pasar un día conmigo». El vizcaino intentó defenderse, pero no pudo evitar las bromas de sus ‘compis’.

Jon Rahm va a descubrir la Ryder Cup, y la Ryder Cup va a descubrir a Jon Rahm. El de Barrika es actualmente octavo en el ránking mundial. A pesar de su corta edad, sabe lo que es ganar como profesional, y ahora quiere hacerlo en este gran torneo.

El prodigio vasco llega a París tras ganar en enero el Career Builder Challenge, su segundo título del PGA Tour, lo que le hizo ascender hasta el segundo puesto mundial. Además, el jugador, que ahora reside en Phoenix (Arizona, Estados Unidos), tuvo la satisfacción de ganar el Open de España en abril.

«Aunque me gusta mucho ganar individualmente, no hay mejor sentimiento que ganar en equipo», señaló Rahm ayer mismo durante la ceremonia de inauguración de la Ryder Cup.

El vizcaino comparte entrenamientos con el castellonense Sergio García. Ambos aportan pasión al equipo europeo. «Creo que la pasión que aportamos es una receta que funciona muy bien en esta competición», ha señalado días atrás Rahm, que disputará el primer partido del equipo europeo, junto a Justin Rose, frente a los estadounidenses Brooks Koepka, ganador de tres grandes, y Tony Finau, otro de los debutantes en el torneo.

El segundo duelo enfrentará a Rory McIlroy-Thorbjorn Olesen (Europa) con Dustin Johnson-Rickie Fowler (EEUU); el tercero, a Paul Casey-Tyrrell Hatton (Europa) con Jordan Spieth-Justin Thomas (EEUU); y el cuarto, a Francesco-Molinari-Tommy Fleetwood (Europa) con Tiger Woods-Patrick Reed (EEUU).

EEUU, con su «dream team»

Rahm no será el único vasco sobre el green, ya que Pello Iguaran, caddie del italiano Francesco Molinari, hará esas funciones en la Ryder Cup. Si bien es la primera vez que ejerce de caddie en la competición intercontinental, el irundarra ha presenciado la victoria europea en Valderrama (Estado español), bajo la capitanía del legendario Severiano Ballesteros en 1997, y en Medinah (EEUU), en 2012, bajo la dirección del hondarribiarra Txema Olazabal, al que asistió en su papel de vicecapitán en 2014, en Gleneagles, Gales. Ahora aspira a que Europa gane la cuarta con su presencia.

A pesar de jugar en casa, con un público entregado y un campo adaptado a sus mejores características, los europeos no lo tendrán nada fácil. Sobre todo porque enfrente van a tener al que ya han denominado dream team, iluminados por la estrella Tiger Woods, que ha vuelto a relumbrar durante la última temporada y acaba de ganar su primer torneo en cinco años.

«El éxito de Tiger agrega entusiasmo a un torneo que ya de por sí es el acontecimiento probablemente más importante y grandioso del mundo del golf», ha señalado Jim Furyk, el capitán del equipo norteamericano.

Sin embargo, «una vez que llegas a la Ryder, lo que hayas hecho antes da igual. Se trata simplemente de jugar mejor que tus contrincantes ese día», opina Jon Rahm, quien añade que Tiger Woods «jugó su primera Ryder cuando yo no había cumplido cinco años. Es un ídolo y sería un honor compartir partido con él».

Los europeos pueden contraponer la victoria del “Tigre” con la conquista del inglés Justin Rose de la FedEx Cup, el premio de diez millones de dólares al ganador del circuito estadounidense. Rose llega a la Ryder Cup en el segundo puesto del ránking mundial, codeándose con los mejores del equipo rival, como Dustin Johnson (1) y Brooks Koepka (3). Tampoco habría que descartar alguna sorpresa.

«Aquí están los 24 mejores golfistas del mundo. Y cuando te enfrentas a ellos son capaces de cosas espectaculares en ambos bandos», había señalado el danés Thomas Bjorn, capitán europeo, en los prolegómenos de la Ryder Cup. Que así sea.