En una entrevista concedida a Onda Vasca, Oyarzábal ha señalado que, con la propuesta de ilegalización de la CUP, «se plantea parar los pies a los que incitan a la violencia y a aquellos grupos que jaleen a los violentos y que insten a traspasar esas rayas que razonables mantener en democracia».
«Sabemos lo que ocurre cuando los más radicales toman la calle, cuando asaltan edificios públicos y se agrede a las personas que no piensan como ellos», ha añadido.
A su juicio, «cuando los radicales se embarcan en este círculo de violencia, hay que pararlo de alguna manera, y esto solo se para con la unidad de los partidos democráticos, la ley y con la firmeza democrática del Estado de Derecho».
«En este momento no se está produciendo esa unidad porque el instigador de los últimos días a la violencia y a los altercados es el propio presidente Torra, que es uno de los que puso a Sánchez en la Moncloa, y cuando, al final son los socios del Gobierno quienes están insistiendo y alentando los altercados, enrareciendo el ambiente y alentando la violencia en Cataluña, pues es muy complicado generar un frente democrático que pare los pies a los violentos», ha apuntado.
Las declaraciones de Oyarzábal llegan 24 horas después de que el líder de su partido, Pablo Casado, ya dejase caer, en referencia a la CUP, que se debería «estudiar si algún partido, por no condenar la violencia, ya podría empezar a tener un proceso por el cuál se le exija que condene la violencia o que pueda incluso llegar a ser ilegalizado».