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Piden medidas urgentes para frenar el cambio climático

El mundo deberá emprender transformaciones «rápidas» y «sin precedentes» en sectores como la energía, la industria o las infraestructuras si quiere limitar el alza de las temperaturas a 1,5°C, aseguran los expertos de la ONU sobre el cambio climático (IPCC). «Cada pequeño episodio de calentamiento adicional importa, porque superar los 1,5°C aumenta el riesgo de cambios profundos o incluso irreversibles, como la pérdida de algunos ecosistemas», advierten.

El Panel Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) de la ONU presentó ayer un informe en la localidad surcoreana de Incheon en el que instó a poner en marcha «cambios de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad» para limitar el calentamiento global a 1,5°C y evitar así «daños irreparables».

«Cada pequeño episodio de calentamiento adicional importa, sobre todo porque superar los 1,5°C aumenta el riesgo de cambios profundos o incluso irreversibles, como la pérdida de algunos ecosistemas», explicó Hans-Otto Pörtner, copresidente de esta reunión del IPCC, en la que participaron investigadores y representantes de los Estados.

Si el calentamiento «sigue creciendo al ritmo actual» por culpa de las emisiones de gas de efecto invernadero, se alcanzará un alza de las temperaturas mundiales de 1,5°C «entre 2030 y 2052», señala el informe basado en más de 6.000 estudios.

Y si los Estados se ciñen a los compromisos de reducción de emisiones que presentaron en el Acuerdo de París sobre el clima, en 2015, la subida de las temperaturas será de 3°C a finales del siglo XXI.

Para el IPCC, las emisiones de CO2 deberán caer en un 45% de aquí a 2030 para limitar el calentamiento a 1,5 °C, y el mundo deberá alcanzar en 2050 una «neutralidad de carbono», es decir, que tendrá que dejar de emitir más CO2 del que se retira de la atmósfera.

Los expertos de la ONU piden a todos los sectores implicados que lleven a cabo «una transición rápida» y de una magnitud «sin precedentes» para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Insisten en la energía, ya que el carbón, el gas y el petróleo son responsables de tres cuartas partes de las emisiones, y proponen varios escenarios que incluyen distintas acciones posibles.

«El informe da a los responsables políticos la información que necesitan para tomar decisiones para luchar contra el cambio climático sin olvidar las necesidades de las poblaciones», manifestó la sudafricana Debra Roberts, otra copresidenta de esa reunión, que considera el informe como «un llamamiento a la coordinación».

«Los próximos años serán los más determinantes de nuestra historia», añadió. La climatóloga Valérie Masson-Delmotte, que también estuvo en Corea del Sur, remarcó que el informe deja un «balance lúcido y difícil: la política de los pequeños pasos no basta». «Si no actuamos ahora, nos dirigimos hacia un mundo en el que estaremos siempre gestionando crisis», advirtió. «La buena noticia es que hay acciones en curso en el mundo, pero habría que acelerarlas para tener transiciones suaves. La verdadera pregunta es esta: ¿estará la gente dispuesta a actuar y habrá bastante voluntad política colectiva?».

«No estamos condenados a un alza de 3°C», opinó el climatólogo Myles Allen. «Estamos ligados a nuestras acciones pasadas, pero todo es posible en el futuro», aseguró el investigador.

 

Las metas de emisiones de CO2, en peligro

El CO2 atrapado en el permafrost (suelo permanentemente helado) de la Tierra puede poner en riesgo el cumplimiento de las metas de emisiones del Acuerdo de París y llevar a que la temperatura global haya aumentado más de 2 grados centígrados antes de fin de siglo, según un estudio divulgado ayer.

Publicado en “Nature Geoscience” y realizado por investigadores del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) de Viena, ha tenido en cuenta por primera vez la liberación de carbono del permafrost en los cálculos de límites de emisiones para cumplir con los objetivos de París.

El permafrost es la parte profunda del suelo de las regiones frías del planeta que está permanentemente helada. Rara vez se considera en las proyecciones sobre el avance del calentamiento global, pero el permafrost es un gran reservorio de carbono. Su capa superior, también conocida como activa, se descongela periódicamente durante el verano y en los últimos años se ha ido expandiendo de manera gradual debido al aumento global de las temperaturas. El deshielo de una mayor superficie de permafrost implica la liberación de más carbono, alertan los autores del estudio.

La liberación de ese carbono del permafrost «sin duda disminuirá la cantidad de CO2 que podemos emitir para permanecer por debajo de un cierto nivel de calentamiento global», subrayó Thomas Gasser, investigador del Programa de Administración y Servicios de Ecosistemas del IIASA y autor principal del estudio.

Además, se trata de «un proceso irreversible» y pone a prueba, de acuerdo con Gasser, la aproximación tradicional sobre el cambio climático, que se basa en la suposición de una relación lineal entre el aumento de la temperatura global y las emisiones acumuladas de CO2 debidas a la actividad humana.GARA