La Real y el Celta han salido con muchas novedades en sus equipos, una mezcla de titulares habituales en Liga con jugadores con poco ritmo de competición. El primer tiempo ha sido plano: el Celta ha tenido la posesión de la pelota pero le ha faltado más firmeza en su ataque, escaso de pegada; la Real se ha resguardado en su campo sin apenas sobresaltos.
El dominio celeste se ha concentrado en dos ocasiones, dos disparos al poste. El primero ha sido un tiro de falta de Sisto; el segundo, un remate de Hjulsager para coronar un contragolpe. Han sido las únicas señales de alarma para Rulli.
Tampoco ha pasado apuros el equipo celeste durante el primer tiempo. Con un ritmo uniforme, lento, salvo alguna galopada de Theo, la Real ha propuesto poco en ataque. Solo ha tenido un par de aproximaciones con peligro cerca del descanso. Y ambas han nacido en fallos defensivos del Celta: un lanzamiento de Oyarzabal al lateral de la portería, precedido por un robo de pelota de Sandro a Araujo, y un tiro flojo de Rubén Pardo, que ha aprovechado un error de Sisto.
Tras el descanso, el Celta ha encerrado a la Real y el gol ha llegado en un córner: un saque de esquina de Brais Méndez que Araujo ha prolongado de cabeza en el primer palo para que unos metros más atrás culminase la jugada Iago Aspas, que ha irrumpido solo en el otro palo.
El gol de Aspas ha avivado el partido hacia un guión de ida y de vuelta. La Real ha alertado a Rubén con un tiro de falta de Sandro y un disparo de Rubén Pardo desde fuera del área; el Celta ha respondido con dos acciones más peligrosas, ambas de Brais Méndez, un remate desde cerca del área pequeña a un centro de Júnior Alonso y un tiro de falta envenenado para Rulli.
La Real, con cambios ofensivos de Garitano, ha apretado en los últimos quince minutos para buscar el empate. Y lo ha logrado. Han sido sus mejores momentos. Ha gobernado el centro del campo y ha aparecido por el área gallega con varios centros peligrosos, algún tiro de Oyarzabal y un gran remate de Juanmi desde el suelo a unos metros de la portería que ha despejado Rubén.
Ha tenido recompensa la Real a su empuje. Con el Celta aprisionado, y su resistencia física debilitada, los txuri-urdines han trazado una buena acción por la banda derecha que, cerca del minuto noventa, ha resuelto Juanmi con brillantez, un tiro cruzado imparable para Rubén, un gol que Juanmi ha dedicado a Sangalli y que mantiene la eliminatoria igualada.